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Fecha de presentación: 3/10/2020    Fecha de aceptación: 20/10/2020       Fecha de publicación: 18/12/2020

   ¿Cómo citar este artículo?

Romero Romero, O., Caraballoso Granado, K., Carstensen, I.,    Siebel, W., Boffil Vega, S., & Zulueta Acea, M. A. (septiembre-diciembre, 2020). Transformación y turismo en cuba; de lo histórico retrospectivo a lo tendencial prospectivo: propuesta piloto. Revista Márgenes, 8(3), 15-35.                                                            Recuperado de            http://revistas.uniss.edu.cu/index.php/margenes/issue/view/1101

 

TÍTULO: TRANSFORMACIÓN Y TURISMO EN CUBA; DE LO HISTÓRICO RETROSPECTIVO A LO TENDENCIAL PROSPECTIVO: PROPUESTA PILOTO

TITLE: TRANSFORMATION AND TOURISM IN CUBA; FROM A HISTORICAL RETROSPECTIVE TO A PROSPECTIVE TREND: A PILOT PROPOSAL

Autores: Dr. C. Osvaldo Romero-Romero1, Dr. C. Katia Caraballoso-Granado2, Dr. Ines Carstensen3, Dr. Werner Siebel4, Dr. C. Sinai Boffil-Vega 5, MSc. Mario Antonio Zulueta-Acea 6

1 Doctor en Ciencias Técnicas. Profesor Titular. SRH Berlin University of Applied Science. Ernst Reuter Platz 10, 10587, Berlin. Alemania. Colaborador del Centro de Estudios de Energía y Procesos Industriales (CEEPI) de la Universidad de Sancti Spíritus “José Martí Pérez”. Correo electrónico: osvarom@yahoo.com ORCID: https://orcid.org/0000-0003-1447-3151

2 Doctora en Ciencias de la Información. Profesora Titular. Universidad de Sancti Spíritus “José Martí Pérez”, Centro de Estudios de Energía y Procesos Industriales (CEEPI), Sancti Spíritus, Cuba. Correo electrónico: katia@uniss.edu.cu ORCID: https://orcid.org/0000-0002-8757-0705

3 Doctor, Full Professor, SRH Berlin University of Applied Science. Ernst Reuter Platz 10, 10587, Berlin. Alemania. Correo electrónico: ines.carstensen@srh.de ORCID: https://orcid.org/0000-0002-2261-0972

4 Doctor, Full Professor, SRH Berlin University of Applied Science. Ernst Reuter Platz 10, 10587, Berlin. Alemania. Profesor emérito de Universidad Técnica Berlin. Profesor Invitado Universidad de Sancti Spíritus “José Martí Pérez”. Correo electrónico:  w.siebel@mailbox.org ORCID: https://orcid.org/0000-0002-1238-3702

5 Doctora en Ciencias Técnicas. Profesora Titular. Universidad de Sancti Spíritus “José Martí Pérez”, CentrodUniversitario Municipal (CUM) Yaguajay, Sancti Spíritus, Cuba. Correo electrónico:  sinaib@uniss.edu.cu ORCID: https://orcid.org/0000-0001-8389-4756

5 Máster en Gestión Turística. Profesor a tiempo parcial. Universidad de Sancti Spíritus “José Martí Pérez”, CUM Yaguajay,  Sancti Spíritus, Cuba. Representante de PADIT en Yaguajay. Correo electrónico: zuluetaacea450@yahoo.com ORCID: https://orcid.org/0000-0001-8800-2200

RESUMEN

La mayoría de los destinos turísticos se han enfrentado, durante su desarrollo, a alta variabilidad de estadísticas y a efectos positivos y negativos que provoca el turismo. Para Cuba el turismo es un sector vital en su economía e interpretar el desarrollo histórico de este sector y las transformaciones externas e internas que lo han impactado puede ayudar en su gestión futura.

El objetivo del presente artículo es presentar un estudio de los procesos de transformación socio económicos que han tenido lugar en Cuba e internacionalmente en los últimos 80 años y cómo han influido en los resultados del turismo de la isla.

Para la realización del artículo se realizó un análisis documental, vivencial y se intercambió con actores de Yaguajay.

Como resultados más significativos se identifican cinco etapas del desarrollo turístico cubano en los últimos 80 años, y que los resultados en todas las etapas han estado influenciados por transformaciones socioeconómicas ocurridas dentro o fuera del país. Que en la década del 90 comenzó un crecimiento de sus estadísticas de forma ininterrumpida, que previó llegar cerca de 15 millones de turistas en 2030, pero presiones económicas de Estados Unidos y la pandemia de Sars-Cov 2 han impedido el crecimiento estimado.

Palabras clave: transformación; turismo; desarrollo sostenible; turismo auténtico y participativo.

ABSTRACT

Most tourist destinations have faced, during their development, high variability in statistics and positive and negative effects caused by tourism. For Cuba, tourism is a vital sector in its economy and interpreting the historical development of this sector and the external and internal transformations that have impacted it can be helpful for its future management. The objective of this article is to conduct a study concerning the socio-economic transformation processes that have taken place in Cuba and internationally in the last 80 years and how they have influenced the results of Cuban touristic activity. A documentary and experiential analysis as well as some exchanges with actors from Yaguajay were vital to carry out this study. Five stages in Cuban tourism development during the last 80 years were identified among the most relevant research results. In addition, the results in all stages have been influenced by socio-economic transformations that have occurred at a national or international level. Furthermore, in the 90's began a steady growth in the tourist sector statistics which predicted the arrival of about 15 million tourists by 2030. Nonetheless, the economic sanctions imposed by the United States, in addition to the Sars-Cov 2 pandemic have limited the estimated growth.

Keywords: transformation; tourism; sustainable development; authentic and participatory tourism.

INTRODUCCIÓN

El turista al principio era un viajero que emprendía, de manera individual y por diversos motivos, una aventura en busca de nuevos horizontes para el conocimiento. De esta manera, también en Cuba, comenzaron a aparecer visitantes exóticos, por su forma de vestir, comunicarse y alimentarse, que, con mucha frecuencia, dejaron testimonio de su experiencia a través de cartas, relatos o libros con propuestas de análisis más ambiciosas. Cuba siempre fue representada en esos documentos por su singularidad en los múltiples planos que ofrecen el paisaje natural y el humano de la isla. Para los que llegaban de otras tierras, siempre llamó la atención la riqueza de un universo natural pródigo, ajeno a los duros rigores del invierno.

La riqueza de colores del entorno natural cubano siempre produjo un atractivo a los visitantes. Sin embargo, la principal particularidad se manifestó en el elemento humano de un país cordial, con puertas abiertas en sus hogares, donde las costumbres refinadas y abiertas, se alejaban del rígido formalismo imperante en otras tierras y regiones (Pogolotti, 2017). Desde el punto de vista humano se identificaba por el visitante uno de los aspectos más atractivos, pues el contacto con la población local permitía el acercamiento a una cultura forjada en circunstancias diferentes, que daba una identidad de comportamiento que expresaba el concepto de ser cubano al que muchas veces se le llama también cubanía (Pogolotti, 2017).

En el siglo XX las reivindicaciones obreras dieron mayores posibilidades de vacaciones a las capas medias; Cuba era un destino barato por la cercanía geográfica al alcance de los habitantes norteamericanos, los que, incentivados por el estímulo del clima cálido y el exotismo de cierto folclore banalizado por el comercio de baratijas, disfrutaban visitar la isla. Adicionalmente el invierno del norte impuso la temporada alta del turismo para Cuba, porque este destino ofrecía, en ese período, un disfrutable clima cálido junto a la posibilidad de participar en el carnaval habanero (Pogolotti, 2017).

Sin embargo, en la historia del turismo cubano aparecen varios cambios importantes en lo cuantitativo, cualitativo y estructural en diferentes épocas, cambios que en su mayoría han estado influenciados por transformaciones socio económicas ocurridas hacia el interior del país o fuera del territorio nacional, pero que son poco tratados en la literatura científica y necesitan conocerse para entender mejor el destino Cuba y proyectar mejor su gestión. Al mismo tiempo, este destino se enfrenta actualmente a profundas transformaciones en el país y las influencias de constantes transformaciones externas que modifican de forma sistemática sus posibilidades, los resultados estadísticos y los pronósticos del turismo cubano.

Por tal motivo, el presente artículo tiene como objetivos fundamentales, presentar un estudio bibliográfico y vivencial de los procesos de transformación socio económica que han tenido lugar en Cuba en los últimos 80 años y como han influido en las ofertas y resultados del turismo de la isla. Exponer un análisis de los indicadores fundamentales del turismo hoy en Cuba y visualizar, a partir de la nueva transformación socio económica que impulsa el gobierno de la mayor de las Antillas, los elementos de la prospectiva turística hasta el 2030 y sus principales obstáculos. Sobre esa base se sustenta una propuesta de elementos alternativos para una oferta turística sostenible, participativa y auténtica en comunidades de la provincia de Sancti Spíritus.

Limitaciones. Las principales limitaciones de la investigación radican en que fue relativamente baja la participación de los tomadores de decisiones en las indagaciones de campo realizadas, al tiempo que la propuesta piloto que se realiza, aunque, está en correspondencia con los objetivos actuales de desarrollo y se contrastó con las líneas de desarrollo de los gobiernos, no se han compatibilizado aún de forma íntegra con los planes estratégicos del Ministerio de Turismo.

DESARROLLO

Análisis histórico prospectivo del turismo en Cuba y transformaciones asociadas

La etapa prerrevolucionaria 1920 - 1959

Según Feinberg & Newfarmer, en su trabajo: Turismo en Cuba. En la ola hacia la prosperidad sostenible, el turismo se inició en Cuba con los turistas estadounidenses que llegaron a la isla durante la prohibición al consumo libre de bebidas alcohólicas en su país de origen, entre 1920 y 1933. Según los mismos autores, cerca de 80.000 turistas visitaron la isla en 1930 y de ellos el 85% llegaron de los Estados Unidos (EE.UU). En los años siguientes debido a inestabilidades políticas internas y la ocurrencia de la 2da Guerra Mundial se produce una disminución del número de visitantes extranjeros que llegó a Cuba y hasta 1945 no existen estadísticas claras al respecto (Feinberg & Newfarmer, 2017).

Ratifican también Feinberg & Newfarmer que después de terminar la 2. Guerra Mundial se reinician las visitas de turistas a Cuba y hubo un máximo de visitantes en 1957 con 272.000; una vez más, la mayoría de ellos procedían de los Estados Unidos y lo hacían para probar su suerte en los casinos, ya que las fuerzas de seguridad estadounidenses en casi todos los estados luchaban por suprimir los juegos de azar localmente (Feinberg & Newfarmer, 2017).

Sin embargo, las propias medidas implementadas por el gobierno estadounidense en contra de los juegos de azar, incentivaban su demanda por norteamericanos con capital suficiente para practicarlos. Esta situación generaba un desbalance que fue aprovechado por organizaciones delictivas (las mafias). Por tal razón en Cuba, lejos de la costa de EE.UU, reconocidos criminales como Lucky Luciano, Santo Trafficante y Myer Lansky ocuparon, desarrollaron u operaron grandes hoteles-casino y clubes nocturnos, lo cual hacían en asociación con figuras importantes del gobierno de la época, incluso el entonces presidente y dictador Fulgencio Batista.

Según Pogolotti, los hoteles que se multiplicaron en La Habana eran la cobertura para puntos de encuentros de una prostitución calificada y centros de negocios de una mafia en expansión. Para entonces se diseñó un plan director para el desarrollo de La Habana, que articulaba intereses de diversa naturaleza, donde la especulación sustentada en el precio de los terrenos, con prioridad hacia el este de la ciudad, donde se invertía con vistas a la expansión citadina. El Gobierno pagaba los gastos de infraestructura para inversiones con absoluta garantía de rentabilidad, pues los inversionistas estaban asegurados y se erigían nuevos centros de dirección administrativos (Pogolotti, 2017).

La propia autora asegura, que la parte histórica de la ciudad quedaba a expensas del inframundo y era insuficiente el espacio previsto para la demanda de tales negocios, una isla flotante se edificaría frente al Malecón, para el libre juego a gran escala. El valor paisajístico del Malecón complementado con las suaves colinas que modelan el perfil de la ciudad hacia su centro geográfico, la actual Plaza de la Revolución, no se consideraba. La capital del país, joya de Cuba en lo histórico y en lo cultural, resultaría irremediablemente desmembrada (Pogolotti, 2017).

Para muchos cubanos excluidos y para los participantes de una revolución fuertemente arraigada en la moralidad jesuita y la austeridad comunista estos hoteles con casinos de lujo simbolizaban todo lo decadente y lo malo del sangriento mandato de Batista (Feinberg & Newfarmer, 2017).

Así llegó el triunfo de la Revolución cubana, que se proponía entre otras cosas eliminar las enormes desigualdades sociales generadas en el país, entre otras cosas por los juegos y los vicios generados por las mafias y otros negocios. En los primeros días de la revolución el nuevo gobierno proclamó que la eliminación de los excesos y los vicios de la industria turística constituía un logro sustancial, sentando así las bases de una ambivalencia respecto de la industria turística que perdura hasta la actualidad (Feinberg & Newfarmer, 2017).

De forma resumida, la etapa prerrevolucionaria entre 1920 y 1959 estuvo caracterizada por bajos indicadores del desarrollo socioeconómico de la isla, elevados índices de pobreza, analfabetismo y desigualdad social generalizada; sin embargo transformaciones externas, sobre todo ocurridas en los Estados Unidos como la prohibición del consumo del alcohol entre 1920 y 1933 y las presiones contra los juegos de suerte llevaron a que se iniciara e intensificara la llegada turistas a Cuba, con valores entre 70 000 y 100 000 antes de la Segunda Guerra Mundial y llegó hasta más de 270 000 en la década del 50 del pasado siglo, la mayoría de ellos de origen norteamericano.

La etapa inicial de la Revolución entre 1959 y 1989

Con el triunfo de la Revolución Cubana en 1959 se comienzan a desarrollar importantes transformaciones socio económicas en la isla; dentro de ellas destacan la nacionalización de la propiedad privada por el estado, para ponerla al servicio de todo el pueblo, la eliminación total del analfabetismo y la instauración de sistemas gratuitos de enseñanza y salud para toda la población; además la reforma agraria, que entregó las tierras a los obreros que producían en ellas y eliminó los monopolios de grandes extensiones agrícolas de un solo propietario, así como la implementación de un sistema de distribución que garantizara equidad en el acceso a los recursos por todas las personas. Todas estas medidas tuvieron después un efecto positivo en el desarrollo del turismo cubano.

En la década de los 60 se convirtieron las playas al uso popular, se crearon nuevos centros y facilidades turísticas en el entorno de lugares de gran belleza natural, la mayor parte a disposición del turismo doméstico. El propósito del desarrollo turístico fue promover el descanso y entretenimiento de los trabajadores y del pueblo en general. Con el triunfo de la Revolución, apareció también una inmediata agresión de los Estados Unidos con el bloqueo económico a Cuba, con lo cual prácticamente desaparece el turismo internacional en el país. Desde 1960 hasta mediados de la década de los 70, el turismo internacional disminuyó sensiblemente, se evidenció una abrupta caída del arribo de turistas que llegaron a la isla, al decrecer en un 30.8% en 1960 con respecto a 1957, hasta casi desaparecer, pero el turismo continuó ofertándose con gran orientación al turismo nacional y la satisfacción de necesidades de ocio de las masas de trabajadores que contribuían a la economía del país.

A partir de la década del 70 se desarrolla el turismo con los países del Campo Socialista, con los cuales se establecen importantes programas de intercambio, enviando y recibiendo grupos de turistas de forma recíproca. En 1977 se crea el Instituto Nacional de Turismo y Recreación (INTUR) con el objetivo de continuar la promoción del turismo nacional, mientras se iniciaba un discreto desarrollo del internacional. Creció el número de visitantes extranjeros de 96,600 en 1978 hasta 275,000 en 1989, duplicando en el quinquenio 1986-90 la cifra de los cinco años anteriores, con amplia participación del mercado emisor Europa del Este y se comienza a desarrollar el turismo de eventos en la Isla, en el que juega un papel importante la inauguración del Palacio de las Convenciones de La Habana en 1979.

En este período ocurren importantes cambios en la industria turística cubana, se nacionalizó la rama turística y se erradicaron las malas costumbres que la caracterizaron antes; así, se modificó la imagen turística de Cuba ante el mundo y la nueva imagen realzó las bondades naturales y sociales de la isla. Al mismo tiempo el turismo y sus ingresos fueron encaminados a mejorar la vida de los cubanos y a entablar relaciones comerciales con el resto del mundo. El turismo cubano en este período se muestra al mercado internacional con una cara diferente a la que había mostrado en la década del 50 y perfecciona sus estrategias comerciales y optimiza sus productos y servicios.

En la historia del turismo en Cuba no se puede olvidar, ni negar, los efectos negativos del bloqueo económico impuesto por los Estados Unidos contra la isla desde 1961. En sentido general, esta medida arbitraria comenzó a realizar estragos dentro de la economía cubana y el turismo como parte de ella ha sentido siempre sus efectos. En algunos momentos, el turismo en lugar de reportar crecimiento reportaba pérdidas, además de que el bloqueo prohibió a los turistas ingresar a Cuba y así decreció la tasa de visita. En 1989, con la caída del campo socialista de Europa, un nuevo golpe le llega a la economía cubana, en lo que se conoció como el “período especial”, el que se agudizó por una profundización del bloqueo económico desde EE.UU pues se pensaba que el estado cubano se desplomaba ante las difíciles condiciones económicas que enfrentaba la isla.

A manera de compendio, la segunda etapa entre 1959 y 1989 considerada la etapa revolucionaria inicial produjo una elevada transformación socio económica en Cuba se eliminó el analfabetismo, se cambió el sistema educativo y crecieron los indicadores de educación con acceso igual a todos los ciudadanos, se impulsó el desarrollo industrial; sin embargo en ese período no se realizaron grandes inversiones en el sector turístico, al tiempo que se miraba al turismo internacional como llevadero de los elementos más negativos de los gobiernos durante la etapa prerrevolucionaria; al mismo tiempo las instalaciones existentes y las nuevas que se crearon se dirigieron más al turismo doméstico dándole oportunidad a la población nacional de acceder a vacaciones anuales medianamente confortables, también se incentivó el intercambio turístico con Europa del Este y se comienza a intensificar el turismo de eventos.

La etapa del relanzamiento del sector turístico entre 1989 y el 2000

La situación económica de Cuba de finales de la década de los 80 del siglo pasado y su profundización en los inicios de los 90 llevaron al gobierno de Cuba a aplicar medidas que permitieran salir de la aguda crisis económica y a su vez comenzar una salida con un desarrollo endógeno y sin alta dependencia de actores externos. Entre las medidas impulsadas por el gobierno cubano en ese período destacan la liberación del dólar, cuya posesión por la población era ilegal en Cuba hasta 1994, unido a la utilización del dólar como moneda en coexistencia monetaria con el peso cubano, además de  una estrategia de inversión que permitiera un desarrollo acelerado de la industria turística cubana, a partir de ampliar las inversiones en el sector y diversificar la oferta turística.

El desarrollo del turismo en Cuba se integró desde lo nacional y lo local a los objetivos de crecimiento económico de todo el país a corto, mediano y largo plazo. La estrategia cubana fue crear empresas mixtas con empresarios de aquellos países que respetaran la soberanía cubana y quisieran participar de las oportunidades que brinda el turismo en Cuba. De esta forma creció aceleradamente el arribo de turistas al país. Este proceso comenzó en la década del 90 y en 1996 arribaron a Cuba un millón de turistas, lo cual le ofreció la oportunidad a la isla de convertirse en uno de los principales destinos turísticos del mundo y el Caribe. Luego de la caída del campo socialista el turismo sirvió como principal sostén de la economía cubana y mostró un camino que podría conducir a un crecimiento financiero y económico para Cuba (Lloret Feijóo, 2007).

El gobierno cubano comenzó a desarrollar el turismo internacional, presionado por la necesidad de obtener divisas e invirtió fuertemente para convertir esta actividad en la principal fuente de ingresos a la Balanza Comercial del país, en el año 1989 el número de turistas extranjeros a Cuba había igualado al del período pre revolucionario y en 1994 se creó el nuevo Ministerio de Turismo (Feinberg & Newfarmer, 2017). El país experimentó en un boom turístico, con una tendencia de crecimiento pocas veces logradas en otros países de la región, lo que daba evidencias de la capacidad y potencialidad de Cuba como un destino turístico internacional relevante. En 1995 la industria turística sobrepasó a la azucarera como la principal fuente de entrada de divisas al país y pasó a convertirse en el sector líder para su economía.

Los años noventa se caracterizaron por un replanteamiento de la estrategia económica cubana a partir de la nueva coyuntura que le imponía la caída del bloque socialista europeo y la necesidad de reinsertarse en el mercado mundial, dentro del cual, el impulso del turismo como sector emergente de la economía y la introducción de un régimen de dualidad monetaria, se convierten en dos elementos clave y fueron los protagonistas principales del entorno en que se desempeñó la economía cubana en esos año Enciclopedia Colaborativa Cubana en Red (ECURED, 2019). El turismo emerge como prioridad en el futuro económico del país, para junto a otros, garantizar aportes netos de divisas en el corto plazo y llegó a ser el sector más dinámico de la economía absorbiendo el 25% de las inversiones efectuadas en Cuba y ocupando el primer lugar en ingresos corrientes a la balanza de pagos (Feinberg & Newfarmer, 2017).

El turismo se convirtió en el principal captador de divisas frescas y generó desde 1994 cerca del 33% de los ingresos por exportación, lo que siguió incrementándose en los años posteriores. El impacto en la economía interna significó un 3.6% de la participación en el producto interno bruto (PIB) en 1992, ya en el 2002 superaba el 13%. También impactó en el sector del crecimiento y estructura del empleo en el país, pues permitió duplicar el empleo directo al pasar de 54 mil personas en 1990 a más de 100 mil en el 2000, sin considerar el impacto en el empleo indirecto al crearse o recuperarse otros 200 mil empleos (Feinberg & Newfarmer, 2017). Se inició un amplio y acelerado programa inversionista, creación de facilidades turísticas, así como ampliación y modernización de la infraestructura, aunque a un ritmo significativamente inferior al flujo de turistas y de los ingresos brutos, reflejo de la eficacia y la eficiencia que alcanzó el sector (CubaTesoro, 2011).

El turismo tuvo en este período una transformación estructural tan dinámica que dejó de ser coyuntural para convertirse en estructural dentro de la economía cubana, lo que destaca en la historia económica mundial. Este sector rompió la casi absoluta dependencia de la producción de azúcar de la economía cubana y aportó al desarrollo en otros sectores de manera significativa.

En resumen esta tercera etapa tuvo lugar entre 1989 y el 2000 donde una transformación externa, la caída del bloque socialista de Europa, produjo una gran crisis interna; el PIB cubano cayó precipitadamente en períodos anuales que llegaron a ser del 30% o más; el gobierno cubano mantuvo intacto servicios sociales claves como los de salud y educación y se vio obligado a tomar medidas como la despenalización del dólar, prohibida su tenencia para nacionales hasta el 1994, fecha en que lo instaura además como moneda de cambio junto al peso cubano, se abrió el país al turismo internacional y se impulsó la construcción de hoteles y otras estructuras de servicios para el turismo, se elevó el número de visitantes a la isla hasta valores cercanos a los 2 millones anuales. En este período, sin embargo, no se permitía a la población nacional hacer uso de las instalaciones turísticas basado en la limitada capacidad hotelera y la importancia de lograr altos niveles de ocupación con turistas internacionales que aportaran divisas frescas al país.

La etapa de intensificación y crecimiento entre el 2000 y el 2010

A finales de la década de 1990 Cuba había salido del momento más crítico de la profunda crisis económica en que se había sumido, e indudablemente, el impulso al turismo internacional se convirtió en un motor importante en los avances alcanzados. En el período posterior al año 2000 se producen cambios geopolíticos importantes en la región de América Latina y Cuba encuentra socios comerciales muy importantes, como Venezuela, Nicaragua, Ecuador, Bolivia, Brasil, Argentina y Uruguay y otros fuera de la región como Rusia y China, con los cuales se establecen relaciones comerciales, con beneficios a todos los involucrados y que contribuyen de diferentes formas a minimizar los efectos de la crisis económica cubana y los efectos de la fluctuacion económica internacional sobre la economía de la isla.

En este período, sin embargo, el gobierno cubano mantuvo la prioridad al desarrollo del turismo y ese sector continúa entre los primeros por su participación en el PIB de Cuba con valores por encima del 13%. Los arribos de visitantes crecieron en el período a un ritmo promedio de 10.8 %. En el 2008, Cuba recibió el 12.6 % de los visitantes que llegaron al Caribe, con un total de 2838 652 visitantes, cifra récord hasta entonces. La estrategia de desarrollo económico y social de Cuba mantiene al sector del turismo, como una de sus prioridades en este período, aunque el 95% de la capacidad hotelera estaba concentrada en 8 regiones del país, con La Habana, su capital, al frente. Las inversiones en el turismo siguen siendo priorizadas y en ese período el 89% de las habitaciones son de propiedad total del país, y el 11 % restante, en asociación al 50 % con compañías extranjeras (Feinberg & Newfarmer, 2017).

La cuarta etapa entre el 2000 y el 2010 estuvo caracterizada por una recuperación lenta de la crisis económica en Cuba, la identificación y comercio con otros socios internacionales como Venezuela, Rusia y China en otros sectores de la economía, aparecen importantes fuentes de ingreso de divisa para Cuba a partir de los servicios internacionales con personal altamente calificado que llegaron a sobrepasar al turismo en ingresos de divisas anuales en algunos momentos; todo lo anterior produjo una desaceleración de las inversiones en el turismo, aunque la prioridad en el sector turístico nunca se perdió, se mantuvo en crecimiento y se llegó a cifras superiores a 2,5 millones de turistas anuales.

La etapa de continuación del crecimiento posterior entre 2010-2014

La estrategia de desarrollo del turismo en Cuba se ha orientado a consolidar una competitividad estructural del sector, basada en la utilización de factores heredados, además de  la elaboración y ejecución de políticas gubernamentales a largo plazo, un objetivo central ha sido la creación de ventajas competitivas sostenibles en el largo plazo por sus bellezas naturales, que incluye sus playas, atractivos submarinos, paisajes campestres, montañas, zonas protegidas, el clima e importantes patrimonios históricos y culturales; y para ello se continuó el trabajo de facilitar el acceso por vía aérea y marítima, un objetivo adicional ha sido utilizar los recursos para el turismo por debajo de su capacidad sustentable de explotación (Alfonso, 2008). Al logro de estos objetivos ha contribuido de forma sustancial, el contar con una población educada, culta, solidaria, con altos índices de salud reconocidos, el prestigio como potencia deportiva, un clima social muy seguro, cultura de conservación del medio ambiente y la infraestructura creada para aumentar sus atractivos. En este período se elimina la restricción a los cubanos de utilizar las instalaciones turísticas, vigente hasta el 2012, lo que da una nueva dimensión al turismo internacional por la nueva posibilidad de intercambio entre visitantes internacionales y domésticos.

La quinta etapa desde el 2010 hasta hoy, ha estado caracterizada por una gran inestabilidad geopolítica internacional que ha impactado a un importante socio internacional como Venezuela, compromisos por cumplir con otro socio importante como China, todo lo cual estableció nuevas exigencias hacia la economía interna cubana. En esta etapa Cuba implementa importantes medidas de reforma económica, que persiguen acelerar el crecimiento económico, aumentar la productividad y dinamizar la vida socioeconómica del país, estableciéndose un nuevo modelo de crecimiento económico orientado al desarrollo sostenible, en el cual nuevas figuras de propiedad fuera del control estatal son reconocidas como importantes actores, motivo por el cual, con el nuevo impulso, el número de restaurantes privados se incrementa cerca de 1700 y el número de alojamientos privados, cerca de 22 000 de los que 16 000 están autorizados a operar en divisas y prestar servicio a turistas internacionales. En esta etapa se abre también el turismo para visitantes nacionales pero la participación aún no sobrepasa algunos cientos de miles de pernoctaciones.

La cuarta y quinta etapas se caracterizaron, sin embargo, por impulsar hoteles con oferta  de todo incluido, dirigida sobre todo, a un sector del mercado internacional de bajos ingresos que dejan pocos beneficios durante su estancia, lo cual constituye una limitante de la oferta turística cubana actual y de cara a la perspectiva 2030.

RESULTADOS Y DISCUSIÓN

Resultados del turismo cubano 2014 al 2017

En los resultados del turismo cubano, sobre todo en una mirada desde el 2014 hasta 2017, han influido otros factores internacionales como son, olas de terrorismo en importantes destinos turísticos mundiales dieron importante ventaja competitiva a la isla por la estabilidad y seguridad del destino Cuba, lo que unido al acercamiento diplomático a finales del 2014 entre EE.UU y Cuba produjeron un crecimiento acelerado del turismo hacia Cuba llegando a la cifra de 4,2 millones de turistas en el 2016 y 4,7 millones en el 2017.

En esta tendencia una importante paradoja se puso de manifiesto, de una parte, un amplio sector del mercado buscaba curioso lo que estaba ocurriendo en Cuba y que permitió el acercamiento con los EE. UU y de la otra, un sector del mercado estaba interesado en conocer la Cuba tal  como era en los últimos años y no esperar a una penetración de EE.UU, lo cual se leyó, por este sector del mercado, como una tendencia del acercamiento diplomático entre los dos países y que haría perder autenticidad al destino Cuba. El país enfrentó el crecimiento turístico ocurrido entre el 2015 y 2017 con una capacidad de cerca de 71 000 habitaciones para servicios turísticos, de las cuales cerca de 16 000 pertenecen a pequeños negocios privados, el resto están en poder de entidades del estado (Feinberg & Newfarmer, 2017).

Con todo lo descrito se puede entender que el desarrollo del turismo cubano, con sus estadísticas ascendentes hasta el 2017 han tenido un impacto significativo en varios sectores de la economía cubana, sin embargo, las ofertas todo incluido, no contribuyen adecuadamente a la sostenibilidad de la oferta, parece aún insuficiente la participación de las poblaciones locales en los ingresos obtenidos por el turismo y existe aún una elevada concentración de la oferta turística nacional, guiada centralmente por el Ministerio de Turismo (MINTUR).

Lo anterior indica la necesidad de repensar la estrategia turística actual e integrar a las ofertas creadas por el país como recurso estatal, nuevas ofertas desarrolladas desde la participación de las comunidades que le den valor agregado a la oferta, desarrollen y protejan la cultura local y brinde beneficios a los habitantes de las comunidades anfitrionas a nivel individual y comunitario.

Prospectiva turística cubana de cara al 2030

En cuanto a la prospectiva turística cubana existió el pronóstico de 5 millones de visitantes internacionales para el 2018, cifra que se vio afectada por un retroceso de la política hacia Cuba impulsada por el gobierno de Donald Trump desde EE.UU, la que se ha caracterizado por falsas acusaciones sobre supuestos ataques sónicos a diplomáticos de EE.UU y Canadá, ocurridos en Cuba y un llamado desde el 2017 por el gobierno de turno a los residentes en EE.UU de abstenerse de realizar visitas a Cuba. Se identificó que existía una importante perspectiva de crecimiento del turismo en Cuba en los próximos años hasta el 2030, con pronósticos que podrían llegar hasta 10 millones de turistas a alojar y otros 5 millones podrían llegar en los llamados cruceros, lo que solo sería posible con el levantamiento del bloqueo económico de EE.UU contra Cuba. Lo anterior exigiría inversiones para construir cerca de 108 000 habitaciones más en hoteles y por tanto se requerirá de la participación de financistas internacionales, pues el monto de las inversiones en turismo hasta el 2030 deberá acercarse a los 33 000 millones de USD para poder asumir la demanda pronosticada (Feinberg & Newfarmer, 2017).

Como limitante presente y futura, ante la prospectiva 2030, aparece la permanencia y recrudecimiento actual del bloqueo económico de EE.UU a la isla, el que nunca se modificó a pesar del acercamiento diplomático a finales del 2014, que impide el acceso a tecnologías y limita también al mercado emisor del norte de América a utilizar a Cuba como un destino turístico de fácil acceso y riqueza inigualable.

Son limitantes también la falta de capacidades para la formación profesional para el turismo, sobre todo en el emergente sector no estatal de la economía cubana que ya aporta el 23% de la capacidad de alojamiento y un número considerable de restaurantes en todo el país, pero también en el sector estatal, debido a esta falta de profesionales formados y competentes los servicios hoteleros y las ofertas extra hoteleras evidencian en ocasiones lagunas en la calidad de los servicios (Feinberg & Newfarmer, 2017).

Cuba concentra hoy la actividad turística en un número reducido de regiones importantes hacia el interior del país, dentro de las que destacan:  La Habana, Varadero, Jardines del Rey, Norte de Camagüey, Norte de Holguín, Canarreos, Costa sur central, Santiago de Cuba y Pinar del Río; en la prospectiva 2030 el país debería desconcentrar aún más la oferta turística, pues se triplicaría la llegada actual y se requiere desarrollar otros destinos dentro del país, para evitar las superpoblaciones que el turismo de masas puede provocar cuando la oferta turística está concentrada. Otro elemento a considerar es la necesidad de mantener e incrementar la autenticidad, participación y sostenibilidad de la oferta turística cubana, a la vez que se logren disminuir las ofertas con servicio todo incluido y aumente la calidad en general del destino Cuba.

Otra gran limitación, aunque el modelo económico se modificó, es que existen aún muchos mecanismos y resistencias a todo el desarrollo del sector no estatal de la economía lo que entra en contradicción con el necesario crecimiento que debe tener para responder a la demanda turística esperada para el 2030, donde los pequeños negocios de propiedad no estatal pueden contribuir a ampliar, descentralizar y enriquecer la demanda turística, hacerla más auténtica y sostenible. En este mismo sentido se requiere agilizar y flexibilizar sin eliminar el rigor y control necesario los procesos de aprobación para la participación de capital extranjero en el necesario proceso inversionista que requiere el sector de cara al 2030.

Una nueva limitación que ha afectado especialmente al turismo cubano ha sido la pandemia de Sar-Cov 2 que afecta al planeta desde finales del 2019 y obligó al país a cerrar sus fronteras para minimizar la transmisión del virus en Cuba.

Propuesta para incrementar la oferta turística cubana de cara al 2030

A partir de la historia, desarrollo y prospectiva del turismo cubano, se realizó una propuesta teórica de aspectos a atender en dos comunidades de la provincia de Sancti Spíritus para impulsar su desarrollo local. Estas ideas constituyen los aspectos centrales que impulsan propuestas de proyectos de la SRH Hochschule Berlín y Center for Innovation & Sustainability in Turism (CIST) de Alemania, junto a la Universidad de Sancti Spíritus “José Martí Pérez” (UNISS) para, a partir de una mayor integración comunitaria se asegure una oferta turística basada en las potencialidades de la comunidad, que les permita convertirse en destinos turísticos auténticos, participativos y sostenibles y aportar a una mayor descentralización del destino Cuba  (Romero Romero & Caraballoso Granado, 2015) y (Carstensen, Siebel & Romero Romero, 2017).

La propuesta parte de las transformaciones del modelo económico cubano, impulsadas por el gobierno de la isla y que facilitan entre otras cosas la creación de pequeñas, medianas y microempresas, así como cooperativas para impulsar diferentes sectores de la producción y los servicios. El nuevo modelo concebido a partir de 191 lineamientos desde el 2011 prioriza el desarrollo local, el turismo, las energías y la producción de alimentos junto a otros sectores, lo cual se convierte en una oportunidad para descentralizar y armonizar la oferta turística de Cuba.

Para realizar la propuesta se realizó a finales del 2016 un trabajo de visitas de campos conjuntas, donde se comprobó que existen elevadas potencialidades naturales e iniciativas de la población en las dos comunidades seleccionadas para una oferta de turismo auténtico, sostenible y participativo, pero que requieren de un acompañamiento intensivo en formación e investigación para lograr mayor eficacia, eficiencia y efectividad de la oferta, además se realizó un intercambio con 17 estudiantes del programa de Maestría en Desarrollo Local del Centro Universitario Municipal (CUM) Yaguajay, los cuales son líderes comunitarios y actores locales en el municipio, además participaron representantes del gobierno y varias empresas de dicho municipio (Romero Romero & Caraballoso Granado, 2015).

Se proponen para Yaguajay, localidad de la costa norte de la provincia de Sancti Spíritus, Cuba, con una superficie de 1.032 km² y con cerca de 60 000 habitantes, contrarrestar los efectos del cierre de tres centrales azucareros que fueron la base económica del municipio hasta el 2002. La propuesta pretende actuar también en el Valle de los Ingenios, comunidad ubicada en la costa sur de la provincia, cercana a la ciudad de Trinidad, con 250 kilómetros cuadrados que incluyen los valles de San Luis, Agabama-Méyer y Santa Rosa y la llanura costera del sur, delta del río Manatí dentro del municipio de Trinidad; allí existen condiciones ideales para movilizar los recursos endógenos en una amplia oferta turística que impulse el desarrollo local y permita aliviar a la ciudad de Trinidad de una sobreexplotación turística que ya sufre  (Romero Romero & Caraballoso Granado, 2015) (Carstensen, Siebel & Romero Romero, 2017).

Para lograr que estas comunidades se integren de forma efectiva a una oferta turística sostenible dentro de la estrategia nacional cubana, se trabaja en impulsar entre otros los siguientes aspectos:

·         Identificar las reservas locales para potenciar la producción y los servicios de acuerdo con el mercado turístico regional y con participación de productores locales estatales y privados.

·         Movilizar recursos endógenos de las comunidades en una estrategia ascendente (botton up) que ayudará a crear empleos y mejorar la calidad de vida de la población local.

·         Contribuir a mejorar la calidad de vida de la población a través de la creación de capacidades para la conducción de un desarrollo turístico comunitario, en la que un grupo de trabajadores por cuenta propia oferten servicios de alojamiento, restauración y senderismo, ya sea con negocios independientes o la creación de cooperativas no agropecuarias que integre a varios cuenta propistas.

·         Establecer un marco de colaboración entre los actores de la industria alimentaria y las instituciones legales y civiles para promover la producción, procesamiento, comercialización y venta de alimentos que ayuden a aumentar la autosuficiencia de la población y ampliar la gama de ofertas en servicios turísticos en las instituciones comunitarias.

·         Desarrollar estrategias locales para mantener, restaurar y recuperar el patrimonio material construido y mejorar la disponibilidad y el espacio de la imagen para ofrecer productos turísticos nativos y atractivos.

·         Mejorar y diversificar la gama de productos turísticos, basados en los senderos, para explotar el potencial histórico, natural, así como sol y playa en términos de turismo comunitario.

·         Creación de capacidad para la diversificación, exhibición y mercadeo sostenible de productos artísticos locales como un valor agregado al turismo comunitario.

·         Mejorar el rescate de las tradiciones originarias de las comunidades como una atracción turística adicional.

·         Aprovechar la vida en el campo en sus condiciones originales como un atractivo turístico que se puede convertir en una oferta mediante la creación de infraestructuras que se adapten al entorno, para que los turistas puedan pernoctar, alimentarse y realizar actividades de ocio en condiciones de vida similares a las de los campesinos.

·         Seleccionar y mantener un registro de los productos o servicios que pueden ser de identidad para el turismo comunitario local.

·         Capacitar de forma sostenible a los recursos humanos en la comunidad en términos de las demandas de producción y servicios locales.

·         Lograr una integración armoniosa de los sectores público y privado locales, en términos de producción local y servicios para promover el turismo comunitario.

·         Diseñar un sistema de comunicación efectivo de las producciones, servicios y oferta de turismo comunitario local, que permitan su mejor comercialización.

·         Desarrollar el uso de las tecnologías de información y comunicación, el uso de energías renovables y conceptos de movilidad sostenible promoviendo el desarrollo de comunidades inteligentes en ambas comunidades.

·         Lograr alianzas con agencias de viajes en la mercadería del producto turístico comunitario.

·         Trabajar sobre los potenciales reales de Yaguajay y El Valle de los Ingenios para convertir ambas regiones en Eco-Museos aprovechando todos sus potenciales naturales, históricos, patrimoniales y antropológicos, lo que los potenciaría como destinos turísticos ante un importante sector del mercado.

Con estas propuestas para las dos comunidades seleccionadas de la provincia de Sancti Spíritus, se pretende crear una experiencia piloto que podría generalizarse a otras regiones del país, en aras de una descentralización de la oferta turística cubana, que permita asumir la demanda pronosticada por el país sin sobrepasar los limites de los ecosistemas en las regiones de mayor concentración turística actual, elevar la calidad de la oferta turística con opciones de mayor autenticidad hacia el interior de la sociedad y lograr mayor impacto en las comunidades locales y sus ciudadanos.

Todo lo anterior permitiría ofrecer una comercialización del destino turístico cubano basado en sus potenciales y su autenticidad, sin necesidad de asumir estilos y ofertas turísticas ya comercializadas en la región del Caribe como son los campos de golf, el turismo náutico y los sistemas todo incluido para atraer a sectores del mercado que menos ganancias ofrecen al destino y cuyos modelos de negocio impactan menos en el nivel de vida de la población local.

La propuesta responde al principio 3 inciso e. de la Política Cubana para el Desarrollo Territorial que plantea “3. El Consejo de la Administración Municipal debe: e”fomentar la gestión de proyectos de turismo local sostenible que aprovechen recursos y atractivos turísticos de los municipios y generen encadenamientos productivos” Ministerio de Economía y Planificación de Cuba (MEP-Cuba, 2020, p.6) y se sustenta en las potencialidades para una financiación descentralizada del desarrollo local: Plataforma Articulada para el Desarrollo Integral Territorial (PADIT), Ministerio de Economía y Planificación de Cub( MEP), Universidad de La Habana(UH)  & Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD, 2020).

CONCLUSIONES

El análisis histórico del turismo en Cuba demuestra que existen cinco etapas bien diferenciadas, en las cuales las transformaciones socioeconómicas ocurridas en el país o fuera de sus fronteras, han producido efectos evidentes sobre el desarrollo turístico de la isla.

El estudio realizado permitió comprobar que el crecimiento del turismo en Cuba ha mantenido un crecimiento sostenido desde la década de los 90 hasta la actualidad y se ha  alcanzado cada año nuevos récords de visitantes, que en el 2017 llegó a la cifra de 4,7 millones y un pronóstico de 5 millones en el 2018 que no fue posible alcanzar por presiones económicas reactivadas del bloqueo de EE.UU.

Se demuestra con el estudio realizado que en el 2015 existían pronósticos elevados del futuro del turismo en Cuba, con un pronóstico de 10 millones turistas extranjeros en el 2030 a los que se sumarían otros 5 millones que llegarían en cruceros, pero que solo serían posibles si se levanta el bloqueo económico de EE.UU contra Cuba.

Existen varias limitantes en lo externo e interno de Cuba que deberían ser manejadas adecuadamente, para enfrentar el reto que tendría que enfrentar el país con tal demanda turística; destacan entre estas: el bloqueo económico de EE.UU, la necesidad de ampliar las potencialidades de las pequeñas, medianas y microempresas, además de las cooperativas no agropecuarias para descentralizar la oferta y flexibilizar los mecanismos de aprobación para la participación de capital extranjero en las inversiones.

Basada en las nuevas oportunidades que abre la actual transformación del modelo económico cubano, se realizó una propuesta teórica para crear, trabajando en 16 elementos socio-comunitarios, en dos comunidades de la provincia de Sancti Spíritus, ofertas turísticas auténticas, participativas y sostenibles que podrían convertirse en una experiencia piloto a generalizarse en otras regiones, para apoyar los retos futuros del turismo cubano y brindar mayor autenticidad al destino Cuba.

AGRADECIMIENTOS

Los autores agradecen al proyecto “El turismo como motor de innovaciones sostenibles en Cuba. Potencial transdisciplinario” financiado por el Servicio de Intercambio Académico Alemán (más conocido por sus siglas en alemán DAAD) en el 2016 para la cooperación entre la SRH Hochschule Berlín y la UNISS en Turismo, al “Programa de Maestría en Desarrollo Local” del CUM Yaguajay que se desarrolla en coordinación con varias universidades cubanas y a la “Cátedra de Idioma y Cultura Alemana “Alejandro y Guillermo de Humboldt” de la Universidad de Sancti Spíritus “José Martí Pérez” por la contribución realizada por los tres proyectos a la obtención de los resultados que se presentan en este artículo.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

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Carstensen, I., Siebel, W. & Romero Romero, O. (2017). Informe de los resultados de la misión de investigación entre la SRH Hochschule y la UNISS. Berlin, Alemania: SRH Hochschule Berlin.

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PADIT, MEP, UH & PNUD. (2020). Descentralización y financiación para el desarrollo. Los poderes locales y la autonomía: desafíos para Cuba. La Habana, Cuba: Editorial UNIJURIS.

Romero Romero, O. & Caraballoso Granado, K. (2015). Acciones integradas para impulsar el desarrollo local de Yaguajay mediante potenciación de capacidades de producciones y servicios para atraer el mercado turístico. Estrategia de acciones para la Cátedra de Idioma y Cultura Alemana “Alejandro y Guillermo de Humboldt” de la Universidad de Sancti Spíritus “José Martí Pérez". Cuba.