REVISTA MÁRGENES. VOLUMEN 11 NÚMERO 3 SEPTIEMBRE-DICIEMBRE 2023 ARTÍCULO DE REVISIÓN BIBLIOGRÁFICA
Fecha de presentación: 19-5-23 Fecha de aceptación: 29-7-23 Fecha de publicación: 25/9/2023
¿Cómo citar este artículo?
Rodríguez Matos, G., Valdez Pérez, M. y Rojas Hernández, M. (2023). La creatividad en La educación médica superior. Una perspectiva desde la didáctica. Revista Márgenes, 11(3), 171-188 https://revistas.uniss.edu.cu/index.php/margenes/article/view/1727
CREATIVITY IN HIGHER MEDICAL EDUCATION. A DIDACTIC PERSPECTIVE
Dra. Gloritza Rodríguez Matos1
E-mail: gloritzarodriguez1974@gmail.com
https://orcid.org/0000-0002-7082-3219
Dra. Marisandra Valdez Pérez1
E-mail: marisandra611@gmail.com
https://orcid.org/0000-0002-8317-1766
Dr.C. Maylene Rojas Hernández2
E-mail: maylenerojash@gmail.com
http://orcid.org/0000-0002-8835-1192
1Universidad de Ciencias Médicas de Sancti Spíritus, Facultad de Medicina. Sancti Spíritus, Cuba.
2Universidad de Sancti Spíritus “José Martí Pérez”. Facultad de Ciencias Pedagógicas. Sancti Spíritus, Cuba
El proceso de enseñanza-aprendizaje en la educación médica superior debe concebirse en función de la formación de los estudiantes como futuros profesionales capaces y preparados para enfrentar los nuevos retos de la sociedad en constante evolución. Es tarea de los profesores lograr que obtengan estas cualidades durante su formación académica, y en estrecha relación con la práctica, lo cual puede ser logrado de una forma más eficiente si se realiza de un modo creativo. Se propone caracterizar los componentes de la didáctica y las peculiaridades que deben adquirir cada uno de ellos para lograr que el proceso se desarrolle de forma creativa; fueron revisados un total de 50 documentos, entre artículos y libros, encontrados en bases de datos como Dialnet, Researchgate, Redalyc, Scielo, Planetadelibros entre otras, de las cuáles fueron seleccionadas 40 por su relación con la temática y actualidad. Como resultado se obtuvo que los profesores deben estar a tono con el desarrollo actual, y preparados para abordar de modo creativo los contenidos, desde la propuesta de las habilidades en los objetivos, hasta el empleo de métodos y técnicas novedosas e interesantes que motiven al estudiante y estimulen en ellos la curiosidad por llegar a niveles tan deseados como la creación.
Palabras clave: creatividad; didáctica; educación médica superior; proceso enseñanza- aprendizaje.
The teaching-learning process in higher medical education must be tailored to training students as capable future professionals prepared to face the new challenges of the constantly evolving society. It is the task of professors to ensure that the students obtain these qualities during their academic training and in close relation to practice, which can be achieved more efficiently if it is done in a creative way. This paper intends to characterize the components of didactics and the peculiarities that each of them must acquire to ensure that the process develops creatively. 50 documents were reviewed, including articles and books, found in databases as Dialnet, ResearchGate, Redalyc, SciELO, PlanetadeLibros and others; 40 were selected because of the relevance to the subject matter and topicality. As a result, it was obtained that professors must be in tune with the current development and prepared to approach the contents creatively, from the proposal of skills in the objectives, to the use of new and interesting methods and techniques which motivate the students and stimulate in them the curiosity to reach such desired levels as creation.
Keywords: creativity; didactic; higher medical education; teaching-learning process.
La Universidad Médica Cubana se encamina a la formación de los futuros profesionales de la salud, como ciudadanos plenos altamente calificados y comprometidos con la sostenibilidad del proyecto socialista cubano, teniendo como base la formación de los valores compartidos en la universidad, el desarrollo del autoaprendizaje, la creatividad y procesos tendientes a la solución de problemas con un uso eficiente de las tecnologías disponibles, y la actualización curricular necesaria, lo cual está reflejado en el Modelo del Profesional de la carrera de Medicina.
El cumplimiento de esta aspiración parte de reconocer que el proceso de enseñanza- aprendizaje (PEA) en las universidades demanda una actualización de las metodologías y de la didáctica, que incentive al estudiante, y devuelva la importancia que merece el entorno educativo, la clase, el profesor.
En tal sentido, Zambrano Yalama (2019), considera que la educación universitaria ya debe tomar en consideración la urgencia del cambio educativo, orientándolo hacia la formación de sujetos capaces de identificar las exigencias y características del momento histórico, y de reconocer la necesidad de ser profesionales con un pensamiento creativo, lo cual exige cambios urgentes en la forma de enseñar.
El PEA en la carrera de Medicina en Cuba, está enfocado hacia la formación integral del médico general. En las tendencias más actuales se realza la importancia de la participación activa de los estudiantes, la pertinencia de integrar y vincular los contenidos con situaciones reales de los escenarios de salud, de este modo, ser consecuente con la enseñanza del método clínico y lograr un PEA más ameno y flexible, donde se estimule el desarrollo de la creatividad.
A tono con lo planteado, la enseñanza de la Medicina tiene una particularidad y es que se sustenta en la educación en el trabajo, para Martínez-Asanza (2021), esta forma de adiestramiento consiste en:
Un conjunto de actividades que realiza el estudiante en el servicio de salud, con la asesoría directa del profesor o tutor, con el objetivo final de adquirir las habilidades, hábitos de trabajo y búsqueda de información que le permitan la solución efectiva de los diferentes problemas de salud, y el logro de los objetivos del programa en el desarrollo de la práctica profesional. (p. 325)
En dichas modalidades, que incluyen las guardias médicas, los pases de visitas, las consultas, entre otros, las otras formas organizativas docentes (FOD), van quedando con los métodos y procedimientos tradicionales; lo cual denota la necesidad de la preparación de los docentes en métodos creativos y novedosos, para mejorar la calidad del proceso.
Por todo lo anterior se propone caracterizar los componentes de la didáctica y las peculiaridades que deben adquirir cada uno de ellos para lograr que el PEA en la Educación Médica Superior se desarrolle de forma creativa.
El PEA en las Ciencias Médicas
El PEA en las Universidades de las Ciencias Médicas en Cuba transcurre en los servicios de salud, el estudiante participa activamente en la dinámica del proceso de salud-enfermedad bajo la combinación del estudio con el trabajo. Para materializar este objetivo se integran la función docente, la asistencial y la investigativa, esto garantiza una participación más activa de los profesores y educandos en los servicios; estimula las relaciones interpersonales y permite el desarrollo de nuevos estilos de actuación y el fomento de los valores ético-morales.
El proceso de enseñanza aprendizaje debe ser concebido como un aprendizaje superior, que, por medio de las carreras, debe mejorar el desempeño docente y la concepción del estudiante como un receptor de información, debe cambiar a la de sujeto activo en el procesamiento y enriquecimiento de lo aprendido (Barcia-Menéndez et al., 2019, p.142).
En busca de un papel más activo del alumno se propone que este sea capaz de elaborar sus propias estrategias de aprendizaje, que tenga mayor participación y protagonismo dentro del PEA. Se coincide con Ríos Figueroa y Bravo (2017), en que el PEA requiere incrementar permanentemente la experimentación, optimizar el tiempo de los docentes investigadores, así como fortalecer los recursos tecnológicos necesarios para el desarrollo de los proyectos del área de investigación.
El actual desarrollo científico técnico y la gran cantidad de información que circula por diferentes vías constituyen un reto, exige una necesaria preparación en los futuros profesionales, con el objetivo de lograr el desarrollo de un pensamiento activo, reflexivo, crítico, que permita la transformación del entorno y el perfeccionamiento de opciones renovadoras para el progreso individual y colectivo (Medina Peña et al., 2019).
La enseñanza de las Ciencias Médicas es un vivo ejemplo de estas necesidades. Actualmente la Internet está poblada de sitios de salud, bases de datos, videos, infografías, artículos de toda temática. Esto demanda de un profesor creativo, con conocimiento de técnicas y procedimientos novedosos que permitan motivar al estudiante, atraerlo y cautivarlo a tono con el desarrollo tecnológico.
Estudios realizados en Latinoamérica han mostrado las deficiencias que debilitan el desarrollo de la creatividad en las aulas universitarias. Se puede señalar entre ellas, los estilos de enseñanza y aprendizaje que no rebasan el plano reproductivo, el desarrollo de las clases hacia el paradigma conductista mediado por el método tradicional, la poca preparación de los profesores para la elaboración secuencial de los elementos didácticos, asimilación pasiva y reproducción del contenido, se obvia el pensamiento analítico, crítico, alternativo, independiente y creativo (Barcia Menéndez et al., 2019).
Si se observa el desarrollo del PEA en la actualidad, es posible percatarse de que estas situaciones se repiten en varios escenarios y que es necesario poner fin a estas tendencias, mejorando la preparación de los profesores para lograr la incorporación de la creatividad en las clases de las universidades cubanas.
Papaleontiou Louca et al. (2014), determinó que existían al menos tres factores que influían en el grado de éxito al educar para la creatividad. La cultura de la organización, las características interpersonales de los estudiantes que afectan la forma en que reaccionan a los entornos propicios para el desarrollo de la creatividad y el propio entorno de aprendizaje, incluidas las actividades de los docentes.
Resulta atinada la idea de Ríos Figueroa y Bravo (2017), referida a que un PEA que se oriente hacia la creatividad debe ser capaz de crear una atmósfera que favorezca el pensamiento reflexivo y creativo en la sala de clase.
Estas premisas permiten asimilar que este objetivo solo puede ser cumplido desde la didáctica, si se asume que esta es la rama fundamental de la pedagogía que se encarga del PEA escolarizado, partiendo desde sus componentes y analizando cómo debería ser cada uno de ellos para obtener el paradigma deseado.
En el transcurso de los años, se ha reconocido como componentes de la didáctica: el objetivo, el contenido, los métodos, los medios, las formas de organización y la evaluación.
El objetivo, es lo que se quiere lograr en el estudiante, las transformaciones que se esperan se produzcan en el mismo con respecto a lo que debe saber y hacer. Entre sus funciones se encuentra la orientación del proceso docente, la estructura y orden en que se enseña el contenido (Landaluce Gutiérrez, 2011).
Responde a la pregunta ¿para qué enseñar y aprender? y de él se derivan todos los demás componentes didácticos y su determinación de forma planificada es una condición esencial para el éxito en el PEA; en él deben quedar claramente reflejados la habilidad y conocimientos deseados, la intencionalidad educativa, la profundidad, y el aseguramiento del mismo según el nivel de asimilación del contenido.
Desde el punto de vista que nos ocupa; el objetivo debe cumplir ciertas características. En primer lugar deben seleccionarse cuidadosamente tanto el objetivo como los mensajes que se pretenden trasmitir de acuerdo con el nivel del auditorio, debe expresar las facultades, cualidades o habilidades que se desea formar en los estudiantes, proponer habilidades preferentemente del segundo a cuarto nivel, como describir, explicar, exponer, interpretar, formular, realizar, aplicar, clasificar, comparar, valorar, solucionar problemas, establecer conductas, adoptar decisiones, representar gráficamente, diseñar modelos y crear.
El contenido responde al qué enseñar y aprender; es el objeto del PEA, aquello de lo que se debe apropiar el estudiante y no solo está formado por conocimientos sino también por habilidades, hábitos, métodos de las ciencias, normas de relación con el mundo que lo rodea y valores que responden a un medio socio-histórico concreto (Zilberstein Toruncha et al., 2006). La determinación del contenido está muy ligada al diseño curricular y al programa de la asignatura, la modificación sugerida para que los estudiantes se apropien creativamente del contenido está muy relacionada con las habilidades que se desean lograr en el estudiante y los métodos empleados.
Para lograr esto el contenido debe transferir al estudiante hacia una nueva situación problémica o fenómeno, con una nueva función, debe poder combinar métodos ya conocidos para crear otros nuevos, hasta estimular el pensamiento alternativo (Zilberstein Toruncha et al., 2006).
Las autoras consideran que el contenido debe ser tratado desde una perspectiva desarrolladora que permita alcanzar en el estudiante habilidades prácticas y creativas como aplicar, utilizar, implementar, imaginar, explorar, sintetizar, conectar, descubrir e inventar; que van más allá de las contenidas en el objetivo, pero implícitas en el propio proceso, y se superan unas a otras, evolucionando, según lo que se pueda ir logrando con los estudiantes.
Otro de los componentes son los métodos que responden al cómo enseñar y aprender, constituyen el sistema de acciones que regulan la actividad del profesor y los estudiantes, en función del logro de los objetivos, se encuentran en estrecha relación con los demás componentes didácticos.
Dentro de la enseñanza creadora, los métodos tienen un papel fundamental, ellos caracterizan este modo de enseñanza y dependen de las características del profesor y de la asimilación y aceptación por parte los estudiantes, de lo cual se infiere que estos son también componentes importantes para lograr una enseñanza con una modalidad creativa y novedosa, como la que demandada por los momentos actuales.
Los métodos en este tipo de enseñanza deben evolucionar más allá de los niveles reproductivos, pasar por la explicación- ilustración, la exposición problémica y la búsqueda parcial o heurística hasta lograr niveles superiores como la investigación y la aplicación creadora. Dichos métodos deben propiciar la independencia cognoscitiva del estudiante y su creatividad. Deben ser creativos, visuales, prácticos, de enseñanza problémica, este último puede ser llevado a la práctica mediante la exposición, la búsqueda parcial o la investigación, deben ser además participativos y ser capaces de desarrollar el protagonismo del estudiante (Zilberstein Toruncha et al., 2006).
Para lograr lo anterior se necesita utilizar métodos que provoquen el contacto con la vida, que trasciendan el entorno del aula y permitan al profesor y a los alumnos establecer relaciones entre los contextos y espacios creativos, utilizando los conocimientos como respuesta a problemas sociales, científicos y tecnológicos (Ríos Figueroa y Bravo, 2017).
Los métodos y técnicas participativas por ejemplo, son basados en lo no tradicional, aprovechan las posibilidades cognoscitivas y afectivas del profesor y del grupo de estudiantes. Bien empleadas son ideales para lograr una mayor motivación e interés sobre el tema. La técnica siempre debe ser dirigida hacia el logro de un objetivo específico, debe preverse adecuadamente el procedimiento y utilizarla en el momento oportuno; el profesor debe saber conducirla correctamente y solo así, su utilización tendrá éxito, y contribuirá al enriquecimiento del PEA.
Un trabajo docente de calidad depende de muchos factores, la selección de la forma organizativa docente (FOD) correcta es uno de ellos, de esta categoría también depende la posibilidad de desarrollar la clase de un modo creativo, y este puede estar presente en todas las formas organizativas.
Las FOD más empleada en la educación médica superior es la educación en el trabajo: “La relación del estudiante con el proceso salud-enfermedad, favorece la orientación científica de su pensamiento, le permite alcanzar los conocimientos, habilidades sensoperceptuales e intelectuales, destrezas, valores, sentimientos y modos de actuación profesionales” (Orellana Franco et al., 2020, p. 182).
Debido a la gran cantidad de contenidos teóricos que abarca la carrera de Medicina, es imposible prescindir de las clases teóricas, pero estas deben adquirir ciertas peculiaridades que permitan distinguir que se está en presencia de un modo de proceder creativo. Al respecto, Hernández Infante & Infante Miranda (2017), comentaron que en esta FOD deben explicarse los fundamentos teóricos del tema en cuestión de forma clara, precisa, actualizada y lógicamente estructurada, se debe suscitar el análisis de los educandos y sobre todo la reflexión sobre el tema, el profesor debe ser capaz de promover una participación activa. Los métodos y medios de enseñanza-aprendizaje a emplear deben despertar el interés del alumno, Rodríguez Fernández et al. (2017), precisan la importancia del método científico a aplicar en el área clínico-epidemiológica: el método clínico, cuando se trata de la atención médica individual del paciente; y el epidemiológico, cuando a la atención del ambiente y la colectividad se refiere. Sobre los métodos a utilizar en las Ciencias Médicas, Coppolillo et al. (2016), expresó que: “(…) debe emplearse la tutoría clínica, las clases expositivas, los seminarios de grupos pequeños, el aprendizaje basado en problemas, los mapas conceptuales, las observaciones y simulaciones clínicas entre otros” (p. 49).
En concordancia con lo anterior, Fuentes Rodríguez et al. (2020), también reconoce la utilidad de estas y otras estrategias motivacionales, como son: la red conceptual, los mapas semánticos, el resumen, la ficha de contenido, el subrayado, la entrevistas, la historia clínica, los proyectos, la exposición de temas, los foros de discusión, el diseño de portafolios y el diario de notas.
En la planificación de las FOD ya conocidas, pueden incluirse técnicas y procedimientos diferentes a los tradicionales, dependiendo de la pericia y creatividad del profesor, el cual no debe temer a incorporar cambios en los diseños siempre que estos promuevan una mejor asimilación del contenido por parte de los alumnos y el profesor también pueda retroalimentarse de sus ideas.
Son buenas sugerencias la utilización de cuadros clínicos reales, buscados activamente por los alumnos en vez de ser traídos por el profesor, pueden incluirse en algún momento del encuentro otras técnicas participativas que favorezcan la comprensión del conocimiento. Vargas Vargas (1999), ofrece un grupo de técnicas que pueden ser empleadas en los seminarios o clases taller adaptándolas al contenido y explotando sus potencialidades para mejorar el análisis de los mismos.
Otro componente importante que puede ayudar al desarrollo del proceso de un modo creativo son los medios que responden al con qué enseñar y aprender. Su adecuada selección, puede auxiliar en el establecimiento de un proceso didáctico de aprendizaje, donde el intercambio y la transmisión de información en el contexto estudiante- estudiante y estudiante-profesor genere un flujo cognoscitivo sin precedentes; el estudiante perfecciona más sus aptitudes sensoriales y perceptivas al palpar, y observar objetos y fenómenos en su estado natural y en interacción con el medio (Enríquez Clavero et al., 2021).
El uso de las tecnologías de información y comunicación (TIC) representa también una acertada iniciativa, el desarrollo vertiginoso que han tenido en los últimos años y el uso creciente de los dispositivos móviles ha contribuido igualmente a la transformación de los sistemas educativos (González Pérez y Zacca González, 2021).
Las TIC proporcionan la posibilidad de crear entornos multimedia de comunicación, utilizarlos de forma sincrónica o asincrónica, superar las limitaciones espacio-temporales; propiciar la interactividad entre los usuarios del sistema, actualizar de forma inmediata la información y crear entornos colaborativos para el aprendizaje (Gallos Macías et al., 2021).
Los dispositivos móviles y las redes sociales son una realidad en la vida de los estudiantes universitarios, pero su utilización para la vida académica y profesional es escasa, se hace necesario orientarlos para que puedan utilizar estas oportunidades, en la búsqueda y selección de temas afines así como para la búsqueda y participación en grupos de expertos o de profesionales relevantes relacionados con los temas tratados en la carrera, a nivel nacional e internacional (González González, 2014).
El movimiento a favor del desarrollo de la creatividad depende en gran medida de las características del profesor, del grupo de alumnos y del clima educativo que sean capaces de crear.
En correspondencia con ello, De la Torre y Violant (2003), expresaron que:
La clave está en el profesor/a que tiene la habilidad o el manejo de estrategias para afrontar tales situaciones. Los pedagogos salen de sus centros de formación con el conocimiento del contenido que han de impartir y a través de la práctica van adquiriendo tanto las habilidades necesarias para subsistir y actuar como buenos docentes, como las competencias que los convierten en profesionales de la enseñanza innovadores y creativos. (p. 2)
Este anhelado propósito puede alcanzarse si profesores diseñan acciones estratégicas y creativas en las fases de planeación, desarrollo y reflexión acerca de la práctica de la enseñanza. Debe realizar una delicada y rigurosa selección de lo que vale la pena enseñar, de las estrategias de aprendizaje que los estudiantes deben aprender y poner en práctica para desarrollar el proceso creativo, debe proponer y diseñar retos que conduzcan a experiencias de aprendizaje genuinas relacionadas con los rasgos de la creatividad (López Díaz, 2017).
Tauro y Wharen (2019), comentó sobre importantes características que deben poseer los docentes en la actualidad para desarrollar habilidades didácticas y a la vez ser creativos. Entre ellas mencionaba que deben ser capaces de reflexionar sobre el modo en que aprenden las personas y saber identificar las necesidades de aprendizaje, motivar al estudiantado a mostrar sus capacidades sin inhibiciones, son idóneos para crear entornos de aprendizajes seguros, placenteros, que animan a la cooperación grupal y a la colaboración. Son buenos comunicadores, establecen vínculos permanentes entre el marco teórico y el ejercicio profesional y sin olvidar la educación de la medicina dentro de los principios éticos, promueven el desarrollo del pensamiento médico y la formación de las habilidades clínicas.
Es necesario evitar las actitudes conformistas que evaden los cambios en los diseños curriculares; las autoritarias, tanto dentro del aula como en otros escenarios docentes; los modos burlones, que inhiben a los alumnos a exteriorizar sus ideas creativas; la falta de flexibilidad, la excesiva exigencia y la intolerancia (Jurado Ronquillo, 2019).
En este proceso el docente resulta determinante, pues desarrolla estrategias pedagógicas y motivacionales que despiertan el interés de los alumnos hacia la investigación, promueve el desarrollo cognitivo con actividades interdisciplinarias y permite la construcción de su propio conocimiento en lugar de la recepción pasiva y memorística. Un papel fundamental reside en la motivación y la comunicación, si se logran estos dos pilares el proceso será, sin duda, más efectivo (Vallejo López, 2020).
No solo el profesor tiene una función activa en el modo de enseñanza creativo, el educando tiene una participación creadora, desde que es capaz de aceptar y cooperar con los cambios propuestos por el profesor y colaborar con el desarrollo de las técnicas sugeridas y está dispuesto a utilizar su conocimiento acerca de las tecnologías en beneficio de su desarrollo personal e intelectual.
Por su parte, las habilidades de los estudiantes deben estar centradas en la búsqueda y localización de información, ya sea en medios tradicionales o en medios electrónicos, ser capaces de analizarlas y organizarlas identificando y haciendo uso de estructuras argumentativas, asumir posturas que sustenten estas estrategias para abordar distintas problemáticas educativas de forma novedosa (González Soto et al., 2020).
Refiriéndose a los estudiantes, González González (2014), planteó: “basándose en sus conocimientos actuales y previos, los estudiantes se sienten más motivados cuando tienen un papel más activo en la planificación de su propio aprendizaje, cuando pueden construir nuevas ideas o conceptos” (p. 8).
En cuanto a la evaluación, muy diversas son las maneras en que puede ser desarrollada de forma creativa, de forma que no se convierta solo en la reproducción del contenido. En este sentido se sugieren el análisis de casos problema, la invitación a la búsqueda activa por parte del alumno, la realización de proyectos, entre otros.
En estudio de casos, realizado por Morla Folch, Eudave Muñoz y Brunet Icart (2018), encontraron que:
La evaluación del aprendizaje resultó ser una tarea muy compleja. Los profesores evalúan más el proceso que el resultado, lo cual le da valor a los métodos y procedimientos, los alumnos por su parte consideraron que este método hace que las evaluaciones sean más exigentes, y los motivan a estudiar. Ambos grupos consideraron adecuado la realización de proyectos y los exámenes con problemas a resolver. (p. 114)
Se ha hecho referencia a varios componentes didácticos indispensables para el impulso de la creatividad en el PEA, pero no se puede olvidar el ambiente o clima en el que se desarrolla este proceso, ese espacio compartido por alumnos y profesores debe tener también esenciales características que promuevan lo novedoso y atractivo.
Un ambiente creativo, incentiva la curiosidad, fomenta la autoevaluación y el autoaprendizaje, busca un clima de libertad, comunicación y afecto en el aula, promueve la flexibilidad de pensamiento, motiva las preguntas y explora la dimensión holística de las distintas situaciones docentes.
La intención de lograr que el ambiente en el que se desarrolla el encuentro con los alumnos, sea cual fuese la FOD, debe comenzar desde la ubicación del mobiliario, que permita acceder al profesor y la fácil comunicación entre ellos, la voluntad de alumnos y profesores de participar y cooperar con la realización de las técnicas y métodos seleccionados, que en el contexto sugiere un efecto de afabilidad, sociabilidad, respeto y colaboración.
Morais et al. (2019), cuando abordaban este tema, decían que:
Existen condiciones facilitadoras de la expresión de la creatividad en el aula, refiriéndose a las relaciones interpersonales, entre los actores del proceso, alumno-profesor y alumno-alumno, la aceptación mutua, la seguridad y bienestar; en dicho escenario, el interés y habilidades de los estudiantes debe ser valorado, haciendo de su aprendizaje algo significativo y promoviendo su autoestima y autonomía. (p. 839)
El clima creativo debe favorecer un sistema de comunicación que propicie el fomento de la personalidad de los participantes en el proceso, sus cualidades, sus aptitudes, sus potencialidades. Ha de estimular a los alumnos, motivarlos positivamente a que tengan seguridad en sí mismos, audacia y capacidad creadora. El ambiente debe además incentivar la fantasía y la imaginación.
Finalmente se puede destacar que para que la creatividad se exprese en la educación o la enseñanza deben procurarse todas estas características o requisitos en el educador, el alumno y el clima, siempre teniendo en cuenta que la creatividad no es solo innata sino que es una cualidad que se puede desarrollar.
En el contexto del aprendizaje, la actitud del profesor y el alumno con flexibilidad del pensamiento, y una mente abierta a los cambios, a las nuevas y osadas ideas, permite un clima de colaboración grupal, de entendimiento donde fluye mejor la información y se aplican adecuadamente todos los componentes didácticos; todos salen beneficiados, pues el alumno tiene una participación activa en su propio aprendizaje, el profesor se adapta a las potencialidades de los alumnos, y el PEA marcha sin dudas hacia el progreso, obteniendo como resultado un profesional más capaz y un profesor más preparado para continuar aplicando estos métodos en los grupos que le siguen, y trasmitiendo a sus compañeros sus experiencias para que en algún momento otros se sumen a esta forma de actuar tan provechosa.
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Conflicto de intereses:
Los autores declaran que no existe ningún conflicto de interés.
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