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REPORTAJE

UNIVERSIDAD DE SANCTI SPÍRITUS EN TIEMPOS DE  COVID-19: LOGROS Y RESULTADOS

Autores

M. Sc. Yosdany Morejón Ortega; M. Sc. José Fermín González Curiel; M. Sc. Liliam Marisel Quiñones Colomé; M. Sc. José Francisco Echemendía Gallego; Ing. Yilian Elena Matías León; Lic. Dayelín Hernández Armas; Lic. Ana María Quintanilla Vázquez. *Profesores del Departamento de Comunicación de la Universidad de Sancti Spíritus “José Martí Pérez”

 


Cuando en diciembre de 2019 los medios masivos de comunicación anunciaban la aparición de un nuevo virus en la ciudad china de Wuhan, la humanidad no podía imaginar que el SARS-CoV-2, causante de la enfermedad COVID-19, alteraría todas las relaciones sociales, económicas y políticas. Por supuesto, el proceso de enseñanza-aprendizaje en todos los niveles, y en casi todos los países del planeta, quedaría notablemente afectado. 

“En un mundo donde la globalización, las guerras y el neoliberalismo son las causas fundamentales de unas enormes desigualdades sociales, en el que 821 millones de personas padecen de hambre y las 26 personas más ricas concentran riquezas equivalentes a las que posee la mitad de la población mundial, un virus invisible al ojo humano ha sido capaz de detener a nivel global, los procesos educativos, las actividades económicas dedicadas a los servicios, los vuelos regulares internacionales, cerrar fronteras nacionales y locales, a la vez que su capacidad de expandirse, infectar y matar no distingue entre ricos, pobres, razas o credos” (Romero-Romero, 2020, p1).

En consecuencia, le corresponde a las universidades un esfuerzo sin precedentes en aras, no solo de capacitar a estudiantes, docentes e investigadores, sino también de apoyar el enfrentamiento a la actual pandemia.

Se trata de “un mayor y coordinado esfuerzo… “con los actores sociales a todos los niveles, donde el enfoque para la salida de la crisis, y por tanto del crecimiento económico, debe ser hacia lo local, dando prioridad a la utilización con enfoque de sostenibilidad a los recursos endógenos, descentralizando las responsabilidades… impulsando un proceso de toma de decisiones de abajo hacia arriba (bottom-up)” (Romero-Romero, 2020, p1).

En medio de la complicada situación epidemiológica que vive Cuba, la Universidad de Sancti Spíritus “José Martí Pérez” se sumó a la lucha contra la actual pandemia y además de adoptar disposiciones sanitarias y decidió transformar parte del edificio que hoy ocupa la residencia estudiantil, en centro de aislamiento.

A disposición de Salud Pública quedaron dichas instalaciones y la respuesta dada por estudiantes y profesores no se hizo esperar.

Estrictas medidas higiénico-sanitarias se aplicaron desde el primero de septiembre para evitar posibles contagios de la COVID-19 entre el personal docente y no docente de esta casa de altos estudios: el uso del nasobuco es obligatorio en todos los espacios y se exige la desinfección de manos, calzados y superficies mediante el empleo de soluciones cloradas porque han demostrado su eficacia contra el virus a nivel global.

De manera excepcional, el Consejo de Dirección eximió del ejercicio de culminación de estudios a 321 estudiantes, aproximadamente el 54 por ciento de la matrícula que se graduó en el curso académico 2019-2020, amparado en la resolución 49 del 6 de mayo del 2020 del MES, adoptada en el contexto de la crisis sanitaria actual, que ha afectado el desarrollo normal del período lectivo.

La disposición, válida para las tres modalidades de estudio (Curso a Distancia, Curso por Encuentro y Curso Diurno), se tomó teniendo en cuenta las particularidades de cada uno de los educandos y a partir de un análisis profundo en los colectivos de carrera.

Asimismo, el esfuerzo del colectivo de trabajadores hizo posible que la graduación correspondiente al trigesimoséptimo aniversario de la UNISS concluyera con éxito en julio de 2020, tras la obtención de la categoría superior de acreditación, de Universidad Certificada.

595 nuevos profesionales se incorporaron a la sociedad para apoyar la producción de alimentos, la docencia, las investigaciones, la medicina veterinaria, la correcta implementación de los ejercicios físicos, las energías renovables y decenas de otras tareas que llevan consigo.

Bajo el precepto martiano de que honrar a los que cumplen con el deber es el modo más eficaz que se conoce para estimular a los demás, fueron aplaudidos los mejores graduados del año. Mención aparte mereció la licenciada en Derecho Lídice Carballo Farfán, elegida como la mejor graduada integral del curso académico 2019-2020.

La joven alcanzó resultados relevantes en las esferas académica, curricular y extensionista. Tuvo una participación meritoria en eventos de gran trascendencia como el Primer Simposio de las Ciencias Sociales y Humanísticas y participó en festivales de clases en los cuales fue premiada, incluso en el nivel nacional.

Aprovechar al máximo el teletrabajo y el trabajo a distancia

Aprovechando la modalidad del teletrabajo y del trabajo a distancia, un grupo de especialistas de la Secretaría General y del Departamento Estadístico de la UNISS, se enfrascaron en la digitalización del registro histórico de graduados.

El proceso, rectorado por el Ministerio de Educación Superior, es un valioso aporte a la informatización de la sociedad cubana y su objetivo es que la nueva base de datos pueda ser consultada desde varias plataformas electrónicas y sitios web.

Desde 1983 esta casa de altos estudios ha graduado a más de 30 000 educandos, cuyos nombres, números de Carné de Identidad, especialidades, modalidades de estudio y años de egreso, constituyen la información principal que se brinda.

En relación con los resultados científicos, en el contexto de la COVID-19, es necesario referirse al Herbifame, un novedoso herbicida natural, elaborado a partir de hojas de pino macho (acículas), el cual se aplica ya con alentadores resultados en el organopónico de la Unidad Básica de Producción Cooperativa (UBPC) Frank País, del municipio de Trinidad. El producto es fruto de más de 10 años de investigaciones, en las que tomaron parte profesores y estudiantes de la antigua Facultad Agropecuaria de Montaña del Escambray y de la actual facultad de Ciencias Agropecuarias de la UNISS.

El Dr. C. Reinaldo Álvarez, Profesor Titular de la institución, explicó al periodista Alain Jiménez  que se trata de un herbicida preemergente, que evita la germinación de malezas, tanto de hoja ancha como de hoja estrecha, por lo que se cataloga como “no selectivo”.

Para elaborar el herbicida, las hojas de pino macho se cortan en pedacitos de aproximadamente un centímetro de largo y se ponen en un recipiente con agua, a razón de 60 gramos por litro; luego se remueven periódicamente durante 48 horas.

El Herbifame no causa cambios en los microorganismos del suelo, sino que los estimula, tampoco crea problemas con la acidez del terreno, ni interfiere en el crecimiento de las plantas que se cultivan en los canteros y viveros.

Según su creador, la idea surgió al observar que debajo de los pinares existe poca vegetación, lo que se atribuye a un fenómeno hormonal, pues se acumulan gran cantidad de acículas de pino que, al descomponerse, forman compuestos químicos llamados picnogenoles, capaces de inhibir la germinación de las diásporas (semillas y frutos de plantas arvenses).

Trabajos de diploma y de maestría, así como exámenes de laboratorio realizados en la Universidad Central Marta Abreu de Las Villas, avalan la efectividad del herbicida natural. Lamentablemente su uso aún no se ha generalizado.

También desde la sala de un modesto apartamento en el reparto espirituano Olivos 1 se hace ciencia en grande. Apenas con una laptop y Nauta Hogar, a más de 400 kilómetros de la capital del país, el Dr. C. Carlos Sebrango ayuda a realizar los pronósticos y variables de comportamientos de la COVID-19 en Cuba.

Pronosticar el número de casos en el futuro es muy útil para la toma de decisiones de las autoridades de Salud, sobre todo en el trabajo con los recursos necesarios para afrontar y controlar la epidemia. Los datos y estadísticas elaborados por Sebrango ayudan a las autoridades a planificar los recursos necesarios para controlarla, por ejemplo: cuántas mascarillas, camas, respiradores se van a necesitar

Diariamente, desde su casa, escucha la información del doctor Durán, graba, fotografía los detalles, “y empiezo a correr diferentes modelos en los que estoy trabajando. Luego se los envío al grupo. Ellos tienen varios equipos en todo el país para analizar cómo se va a comportar la enfermedad. Lo que hago es enviar pronósticos a partir de modelos fenomenológicos, que son sencillos y muy útiles, solo dependen de los números de casos acumulados. Incluyo un análisis del número reproductivo efectivo —el número promedio de infectados que genera un individuo contagiado en determinado día—, que ayuda mucho a ver los cambios en la transmisión de la COVID-19” (Escambray, 2020, “¿Cuál es la matemática del nuevo coronavirus?”).

Basta escribir que los trabajos relacionados con el cálculo de los números reproductivos en el país solo los desarrollan el investigador Waldemart Valdoquin, del IPK, y el profesor de la Universidad de Sancti Spíritus, Carlos Sebrango, quienes han hecho un importante aporte a estos pronósticos.

Sobre la relación matemática-salud y el combate contra la COVID-19, el docente explicó: “Considero que la matemática es indispensable para muchas ramas de la vida, pero para la salud, grandemente, porque ayuda en la toma de decisiones, tiene muchas ventajas y utilidades. Es indispensable que siempre que se esté haciendo algo nuevo haya un matemático, un estadístico para ayudar en la modelación. Con la rama que más me he vinculado ha sido con la Salud; de Ciencias Médicas me solicitan ayuda para distintas tesis, aunque ahora trabajo en el Centro de Estudios de Energía y Procesos Industriales y he redireccionado mis investigaciones, sobre todo hacia el biogás y la energía renovable” (Escambray, 2020, “¿Cuál es la matemática del nuevo coronavirus?”).

La universidad cruza la línea roja para salvar vidas

El 16 de octubre de 2020 quedará marcado con tinta de fuego en el alma de varios jóvenes espirituanos que conocieron una realidad impensada: había llegado la hora de dar el paso al frente, el sí por la Patria ante la COVID-19.

Vencida la emoción inicial, se afanaron en realizar los preparativos y 72 horas después comenzó el trabajo en la línea roja. Los nuevos guerreros dejaban ver un tono sutil de satisfacción y alegría, como si estuvieran deseosos de ir a la desigual batalla contra un enemigo invisible.

Corren tiempos duros, es cierto, pero quizás no tan duros o escabrosos como los vencidos también por jóvenes imberbes, años y siglos atrás. Al combate van con la heroicidad heredada. Los caminos para salvar son pedregosos y empinados; salvar requiere sacrificios porque es necesario atravesar peligros. Bajo esa premisa, tres grupos de jóvenes voluntarios apoyaron todo tipo de tareas en el centro de aislamiento que devino la residencia estudiantil de la UNISS.

No hubo que hacer ni grandes, ni medianas convocatorias; solo bastó enviar mensajes a través de las redes sociales, confirmar lo que ya muchos suponían y esparcir cantos de solidaridad. El resultado no se hizo esperar: en menos de 48 horas “sobraban” los voluntarios para apoyar en la atención a los sospechosos de portar el SARS-CoV-2. Cientos de manos se alzaban por la vida; entre los más saludables quedaron once seleccionados.

En diálogo con el periodista José Luis Camellón, la Dr. C Naima Ariatne Trujillo Barreto, rectora de la Institución expresó: “Nos enfrentamos a una experiencia totalmente nueva... Se activó un centro de aislamiento en el que, menos la cocción de la comida y el lavado de la ropa, se garantiza el resto de los procesos de atención médica, alimentación, fregado, limpieza, desinfección, todo lo cual conllevó un reacomodo del área escogida para esa función, la definición de las zonas rojas en los corredores que van a los cuartos donde están los pacientes, mientras todo el flujo de movilidad de personas y logística ocurre por la puerta trasera” (Escambray, 2020, “Universidad espirituana encara el rebrote”).

Los protagonistas  de la zona roja

“En nuestros intercambios durante los ratos libres nos contamos las experiencias. Hubo de todo: padres que se opusieron (los menos, por supuesto) y otros que apoyaron; hermanos que rieron en tono de aprobación y otros que lloraron; madres preocupadas, madres que abrazaron y alentaron. En todos leíamos el respeto a nuestra decisión y las infinitas advertencias de que nos cuidáramos”, cuenta vía telefónica a Cubadebate, Laura Concepción García, secretaria del Comité Primario de la UJC en la UNISS, quien forma parte de los valientes. De pronto se entrecortan las palabras y las lágrimas interrumpen la conversación.

Provenientes de diferentes áreas de la Universidad, apoyan en el suministro de la alimentación a los pacientes y al personal de salud, en la limpieza de los cuartos y de toda el área, así como en el procesamiento de la ropa sanitaria que se usa en la zona roja. Desde el campo de batalla mandan sus vivencias que harán historias para los libros, para la institución y para las familias. Todas merecen ser escritas, una por una.

En los escasos ratos libres no faltan los juegos de mesa, cuentos de humor, historias personales en rondas de conversación, televisión, música y hasta coreografías que se han vuelto virales.

“Ha crecido nuestra actitud humanista y el alimento ha sido el agradecimiento de cada persona atendida. Lo que más nos reconforta es que cada día hay miradas, palabras y manos extendidas que te lo dicen todo en un gesto, en una oración, o en una lágrima. Así nos transmiten su agrado por lo que hacemos en esta guerra que será inolvidable”, confiesa la joven una vez recuperado el aliento.

Satisfechos, estos jóvenes universitarios caminarán mañana, luego de cumplir con los protocolos de pruebas y aislamiento requeridos, una vez terminada la tarea hercúlea.

No serán ya solamente aquellos profesionales y estudiantes al servicio de una sociedad que tanto los necesita; no serán ya los que por años nos han acompañado en galas artísticas, proyectos extensionistas, cátedras honoríficas, eventos deportivos, campañas de fumigación, o jornadas científicas. Desde hoy son héroes y heroínas que han mirado de frente al peligro con la satisfacción del deber cumplido.

“Los muchachos han tomado esta tarea con mucha valentía, altruismo, hasta le dan ánimo a los pacientes; es un trabajo de sacrificio y muy agotador, pero también creamos condiciones aquí mismo y en el tiempo de descanso hacemos ejercicios, jugamos dominó y hasta estamos montando una coreografía para celebrar el domingo el cumpleaños de una enfermera y un estudiante” (Escambray, 2020, “Universidad espirituana encara el rebrote”); relató Alejandro Clemente Triana, el profesor que condujo el primer grupo de voluntarios.

Gretel Crespo Viamonte, estudiante de segundo año de la carrera de Logopedia, contó a Escambray que tanto hembras como varones se han repartido las tareas “de manera que podamos funcionar en equipo, ponemos mucho empeño en las medidas de protección; sí se piensa en el riesgo y hasta se siente un poco de adrenalina porque estamos trabajando con personas que pueden o no tener la enfermedad, pero cumplimos y nos cuidamos” (Escambray, 2020, “Universidad espirituana encara el rebrote”).

Seis enfermeras y cuatro médicos acompañaron a cada grupo de jóvenes de la UNISS en la delicada misión de salvar vidas. 

“La universidad ha creado condiciones aceptables, acordes a los pacientes y al tratamiento médico que aquí reciben, mejor no han podido tratarnos, hasta los pacientes han expresado el agradecimiento por toda la atención que se les ha dado, pero lo que más me impacta es la labor extraordinaria de esos jóvenes, se han portado de maravilla” (Escambray, 2020, “Universidad espirituana encara el rebrote”); diría luego a Escambray la enfermera Ana Julia Fernández González.

No se equivocó la Revolución ni sus líderes al apostar por los jóvenes, por el relevo, por el ímpeto y la efervescencia de un período de la vida en el cual todo se antoja posible.

A Andy Delvis Rodríguez Hernández se le iluminó literalmente la vida cuando leyó en un mensaje de WhatsApp que la casa de altos estudios de Sancti Spíritus necesitaba voluntarios en esta batalla desigual contra la COVID-19.

El estudiante de primer año de la carrera Licenciatura en Contabilidad y Finanzas no lo pensó dos veces. Era la oportunidad soñada. Al fin ayudaría a sus hermanos, al pueblo; eso es también pensar como país.

Rápido como un relámpago realizó las coordinaciones pertinentes, metió lo indispensable en una mochila y partió con la adarga del altruismo al brazo: “nunca dudé en dar el paso al frente y ya llevo casi 15 días en la línea roja, dando lo mejor de mí. Se trata de la más grande experiencia de mi vida porque le pongo el pecho al virus y no espero nada material a cambio, solo la satisfacción de ser útil”, confesó vía telefónica.

Así caminó junto a sus compañeros por los pasillos de la residencia estudiantil, convertida meses atrás en campo de salvación para cada sospechoso y, más aún, en la salvación de los miles de espirituanos que luchan por evitar las cadenas de contagios en cada rincón del central terruño.

Como parte de su testimonio Andy comenta que, en uno de los primeros días de labor en el centro de asilamiento, se otorgaron varias altas y le correspondió a él acompañarlos hasta el límite de la línea roja. Luego los vio partir y les deseó un “cuídense mucho”, que le alimenta el espíritu cada día. Aún lo esgrime como escudo cuando la nostalgia lo embarga.

De igual forma le sucede a Lidier Aroche Peñate, estudiante de primer año de la carrera de Licenciatura en Biología, quien reconoce como su mayor satisfacción, el ver partir sanos y salvos a los pacientes.

“Ha sido un trabajo intenso pero nada se compara al momento en el cual estas personas te agradecen lo que haces por ellos; en ese preciso instante todo cobra sentido y entiendes la dimensión del sacrificio realizado”, explica el joven desde su celular minutos antes de comenzar la faena del día.

En Sancti Spíritus, a pesar del esfuerzo de las autoridades, persisten ciertas indisciplinas sociales y una sensación de “a mí no me va a tocar”, por eso: “duele ver la cantidad de niños que he visto en el centro de aislamiento, algunos incluso han resultado luego positivos a la enfermedad. En mi caso es lo más que me ha impactado. Les pido a los padres que sigan los protocolos establecidos y no dejen a sus pequeños jugar deliberadamente en la calle. Esta pandemia es mortal”, acotó Lidier.

Al grupo de jóvenes el desborde de humanismo les hizo saltar la preocupación por los infantes que han contemplado entre los sospechosos. Más que la edad, les alarmó la responsabilidad de las familias, el oído sordo de algunos a las advertencias, los ojos cerrados de otros ante un peligro que ya no es nuevo, ni desconocido. Por eso también estuvieron allí, en la línea roja, para concientizar a muchos.

Octubre de 2020 cambió sus vidas para siempre. En cierta forma son ya más maduros, son hombres y mujeres de bien, desprendidos de todo egoísmo. O quizás siempre lo fueron (es lo más probable), porque la verdad, pocos cambian su forma de pensar y actuar en un día, arriesgando el pellejo por algo en lo cual no se cree. A todos llegue nuestro: ¡gracias muchachos!

BIBLIOGRAFÍA

“Universidad espirituana encara el rebrote”, publicado en http://www.escambray.cu

“Universidad de Sancti Spíritus gradúa a cerca de 600 nuevos profesionales”, publicado en http://www.escambray.cu

“Universitarios espirituanos se suman a la lucha contra la COVID-19”, publicado en http://www.cubadebate.cu

“Universidad espirituana digitaliza registro de graduados”, publicado en http://www.escambray.cu

“Voluntarios cubanos apoyan lucha contra la COVID-19”, publicado en www.mes.gob.cu

VALIENTES: “El profe Sebrango, un hombre de números en cualquier tiempo”, publicado en http://www.cubadebate.cu

“¿Cuál es la matemática del nuevo coronavirus?”, publicado en http://www.escambray.cu

“Aplican con resultados alentadores novedoso herbicida natural, resultado de trabajos investigativos de la Universidad José Martí”, publicado en http://www.centrovision.icrt.cu

Pearce, Katie (13 de marzo de 2020). «Antibodies from COVID-19 survivors could be used to treat patients, protect those at risk: Infusions of antibody-laden blood have been used with reported success in prior outbreaks, including the SARS epidemic and the 1918 flu pandemic». En Universidad Johns Hopkins.

Organización Mundial de la Salud (OMS), (23 de enero de 2020). «Declaración del Director General de la OMS relativa a las recomendaciones del Comité de Emergencia del RSI sobre nuevos coronavirus».

«Enfermedad por nuevo coronavirus, COVID-19. Información para la ciudadanía. ¿Qué puedo hacer para protegerme del nuevo coronavirus y otros virus respiratorios?». Ministerio de Sanidad (España). Archivado desde el original el 10 de marzo de 2020.

¿Cuáles son las diferencias entre el coronavirus y una gripe?». The New York Times. 2 de marzo de 2020.

Osvaldo Romero-Romero. “Retos de las Universidades cubanas en el impulso al desarrollo local en etapa pos-COVID 19”. Publicado en Revista Márgenes Vol. 8 Núm 3 (2020).


 

 

 

 

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