ENSAYO
Fecha de presentación: 20-7-2021 Fecha de aceptación: 13-8-2021 Fecha de publicación: 9-11-2021
MIRTA AGUIRRE: CARÁCTER FUERTE Y PLUMA TIERNA
MIRTA AGUIRRE: STRONG PERSONALITY AND LOVELY WRITING
Anaylín Castillo-Padilla¹, Glenda Gómez-García²
¹ Estudiante de tercer año de la licenciatura de Relaciones Internacionales. Instituto Superior de Relaciones Internacionales: “Raúl Gómez García”. La Habana, Cuba, correo: anycastillog8@gmail.com, ORCID: https://orcid.org/0000-0001-8897-5352, ² Estudiante de tercer año de la licenciatura de Relaciones Internacionales. Instituto Superior de Relaciones Internacionales: “Raúl Gómez García”. La Habana, Cuba, correo: gomezgarciaglenda@gmail.com, ORCID: https://orcid.org/0000-0003-2383-131
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¿Cómo citar este artículo?
Castillo Padilla, A., Gómez García, G. (noviembre-febrero, 2022). Mirta Aguirre: carácter fuerte y pluma tierna. Pedagogía y Sociedad, 24 (62), 26-40. Recuperado de http://revistas.uniss.edu.cu/index.php/pedagogia-y-sociedad/article/view/1370
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Resumen
Mirta Aguirre Carreras fue una ilustre intelectual, ensayista brillante, periodista, poeta y crítica de arte del siglo XX cubano. La vida literaria y política se imbrican profundamente en el quehacer de Mirta Aguirre y fue la primera, reflejo de los intereses de la segunda. El estudio de su obra ha sido, en ocasiones, blanco de críticas, por ser defensora del Realismo Socialista. Sin embargo, aunque en algún momento simpatizara con esa tendencia, fueron su vasta cultura y su conocimiento excepcional, los que la salvaron de caer en dogmatismos. El ensayo que se presenta, enriquecido con entrevistas a destacadas figuras de la cultura cubana, tiene como objetivo profundizar acerca de la vida y obra de esta emblemática mujer, adelantada a su época que se sobrepuso a todo tabú y legó a la posteridad un patrimonio literario de incalculable valor.
Palabras clave: escritora; cultura; literatura caribeña; Mirta Aguirre, poeta
Abstract
Mirta Aguirre Carreras was an illustrious intellectual, a brilliant essayist, a journalist, a poet and an art critic of the Cuban Twentieth Century. Her literary and political life are very interwoven, and the former reflects the interests of the latter. The study of her work has been subjected to criticism, for being a defender of the Socialist Realism. Nevertheless, although she could be sympathetic to this ideas, her wonderful culture and her exceptional knowledge saved her from dogmatism. This bibliographic review which is enriched with some interviews, is aimed at analyzing further the work and life of this emblematic woman, ahead of her time, who knew how to shatter all the taboos and bequeathed an invaluable literary heritage.
Keywords: culture; literature; poet; writer.
INTRODUCCIÓN
L |
a presente investigación surge como respuesta a una orientación de la asignatura de Historia y Cultura Universal IV, en la que se debían estudiar personalidades descollantes de la cultura latinoamericana y caribeña. Dentro de la historia del arte cubano, disímiles son los ejemplos de prestigiosas figuras, entre ellas varias mujeres, como es el caso de Mirta Aguirre. Su accionar transcurre en el siglo XX, buena parte antes del triunfo revolucionario por lo que ser mujer, escritora y, a la vez, comunista, requería de una valentía feroz. De aquí el interés de profundizar en el estudio de su vida y obra, que constituye el objetivo esencial de este trabajo. Para su organización las autoras dividieron el contenido siguiendo aquellos aspectos que consideraron relevantes y novedosos. Primeramente, algunos de sus datos biográficos, las profesiones que tuvo, su actividad política. Luego, su obra creativa, tanto el ensayo como la poesía, en la que resaltan varias de sus más emblemáticas creaciones. Posteriormente, se recogen una serie de hechos polémicos que acaecieron en su vida, que hicieron que su nombre y su obra resultaran en cierto momento, dogmatizados. Aún hoy, se le recuerda con cierta reticencia, sin embargo, los errores en los que incurrió, fueron en su búsqueda de lo que consideraba justo y mejor para el país, no con la ambición de reclamar para ella algún beneficio. Finalmente, las autoras plasman los resultados de entrevistas concedidas a ellas por el destacado intelectual cubano Abel Prieto Jiménez y la escritora Nancy Morejón, quienes tuvieron el placer de conocer a Mirta personalmente. De igual forma, están recogidas algunas de las frases y pensamientos que le dedicaron varias personalidades como Juan Marinello, Cintio Vitier y Elena Jorge, hija de Onelio Jorge Cardoso y alumna de Mirta en la Universidad.
DESARROLLO
Mirta Aguirre fue una importante crítica teatral y de cine, traductora, redactora y guionista de radio y televisión, feminista convencida, vinculada a la vida y obra política de su pueblo y una poeta que también escribió para los niños.
Graduada de Derecho Civil en 1941, realizó también estudios de Literatura, Música y Filosofía Marxista. La vida literaria y política se imbrican profundamente en el quehacer de Mirta Aguirre, pues la primera fue reflejo de los intereses de la segunda.
Asumió diversas responsabilidades desde muy joven: escasamente contaba con 16 años cuando participó en la creación de la Alianza Femenina de Cuba, de cuya junta directiva formó parte, y que, transformada en Unión Radical de Mujeres, se sumó a la Liga Antiimperialista y Defensa Obrera Nacional.
Desde 1932 se adhirió al Partido Comunista de Cuba, cuando ardía la lucha contra la tiranía de Gerardo Machado, motivo por el cual se vio exiliada en México, de 1933 a 1936. A partir de entonces apoyó un sinfín de causas políticas nobles, entre las que destacan la defensa de la República española, el enfrentamiento al fascismo, la oposición a la Guerra en Corea, entre otras.
Fue elegida delegada al Congreso Nacional Femenino, celebrado en La Habana en 1939, asistió a los Congresos por la Paz celebrados en París y Nueva York; vicepresidió la Federación Democrática de Mujeres Cubanas y fue miembro del Movimiento por la Paz y la Soberanía de los Pueblos. Atendió por el Partido Socialista Popular la Sociedad Cultural Nuestro Tiempo y su revista. Formó parte del Frente Nacional Antifascista y de la Sociedad de Amigos de la URSS.
A partir de 1959 sus responsabilidades se acrecentaron: ejerció como profesora en la Escuela de Letras y Artes de la Universidad de La Habana y directora de su Departamento de Lengua y Literatura Hispánica. Ahí la doctora Aguirre, como también la llamaban, fue admirada y respetada por sus alumnos y colegas, entre los que figuraban personalidades de la talla de Camila Henríquez Ureña y Roberto Fernández Retamar.
En 1962 dirigió además la Sección de Teatro y Danza del Consejo Nacional de Cultura y de 1963 a 1967 fue colaboradora de la Editora Política, adscrita al Partido. Rigió desde 1976 el Instituto de Literatura y Lingüística y, a partir de 1977, presidió la Sección de Ciencias Sociales de la Comisión Nacional de Grados Científicos.
Según Elizagaray,
Hay muchísimo que decir sobre esta intelectual cubana que abarcó tantos registros en el mundo de la literatura, como maestra fuera de serie, y como promotora de la cultura cubana. No puedo pasar por alto su impronta en la Comisión de Textos de Lectura de Primaria, de la que fue una figura clave, nunca faltó a ninguna de las reuniones y discusiones de trabajo, su contribución personal en creaciones tanto en prosa como en verso fueron valiosísimas, y su presencia en los encuentros siempre estuvo matizada por su talento, interés de servicio y peculiar sentido del humor, que tanto nos motivaban a los allí presentes en las reuniones. (1979, p. 113)
Al morir contaba con 68 años de edad y continuaba dirigiendo el Instituto de Literatura y Lingüística de la Academia de Ciencias de Cuba. Estaba propuesta para recibir el título de Doctora en Ciencias Filológicas. Se comenta que murió leyendo un libro.
Es una de las figuras femeninas más prominentes de la literatura cubana del siglo XX.
Obras literarias
Mirta Aguirre legó al país una obra de valor incalculable en materia literaria. Entre las obras más importantes, fruto de su genio creativo, destaca Presencia Interior, único libro de poesías de la autora, en el que se entremezclan la intimidad y algunas alusiones personales. Su poesía de corte sociopolítico, refleja el contexto histórico del momento.
Otras de sus obras son Un hombre a través de su obra: Miguel de Cervantes Saavedra, El neorrealismo italiano y Ayer de hoy. Este último libro, publicado poco antes de su muerte, recopila tanto textos en prosa, como poemas, los cuales destacan por su excelencia artística.
En su libro Juegos y otros poemas se recogen versos infantiles que aún hoy siguen deleitando a los pequeños. Aún permanecen en la memoria de muchos, poemas como “Los días de la semana” o “Limón limonero”, musicalizado por José María Vitier. La compositora Gisela Hernández, quien fuera su pareja por muchos años, fue otra que tomó varios de sus textos para convertirlos en canciones infantiles de gran popularidad. Juegos y otros poemas irrumpe con incomparable fuerza en las letras cubanas destinada a niños y jóvenes. Este poemario revolucionario en el más amplio sentido de la palabra, y con razón considerado ya un clásico de la lengua, es una muestra magistral de la importancia que para el primer nivel tiene el uso “del rejuego sonoro de la lengua, que es, en muchas ocasiones, el esencial elemento atractivo” y agrega con suma agudeza algo que resulta esencial en estos casos: ”En empeños como éste es mejor que la pedagogía quede en manos de sus especialistas, en tanto que los poetas retienen en las suyas a la poesía” (Elizagaray, 1979, p. 114)
Su producción literaria se recoge en varios libros, aunque las autoras se detienen en los que más se refleja su profunda afiliación marxista: “Canción antigua al Che Guevara” (1970), que es uno de los textos más sentidos y apreciados de la poética cubana de todos los tiempos; El romanticismo de Rousseau a Víctor Hugo (1973) y su prólogo a la quinta edición de la Editorial Arte y Literatura de El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha. De este último se expone un pequeño análisis a continuación.
“El Quijote”
La obra de Cervantes ha sido interpretada en numerosas ocasiones y desde puntos de vista muy diversos. Sin embargo, Mirta, plantea una tesis muy interesante y original. En su prólogo a esta obra magistral y en general en todos los escritos que dedicó a sus estudios cervantinos, deja percibir, un análisis literario profundo desde la concepción marxista.
Primero que todo, da muestra de la profunda admiración que le profesa la obra, la que considera: “el más alto ejemplo de lo que puede llegar a producir una pluma que se niega a ponerse en venta y a servir de instrumento a las tropelías de los todopoderosos de su hora histórica” (Aguirre, 1972, p. XI).
No se queda en lo literal del libro, sino que desentraña lo más profundo de la intención de Cervantes y saca a relucir la crítica implícita en el libro a la situación en España:
El propósito que no se confiesa, pero con mayor posibilidad ha de haber estado en la cabeza de Cervantes, en aquel minuto histórico de España, ha de haber sido el de asestar un golpe de muerte, no a la literatura caballeresca, sino a la supervivencia del espíritu feudal. (Aguirre, 1978, p.35)
Explica que el Quijote representa la decadencia las ideas feudales, el retraso de España con respecto a las otras potencias europeas y la contradicción que se establece entre las costumbres feudales y la modernidad que acarrea la conquista y colonización de América.
Es “(…) el reflejo de la contienda medieval-renacentista entre lo teológico y lo científico, entre la creencia a ciegas y la búsqueda racional de la verdad” (Aguirre, 1978, p. 85).
Hay también referencias de lo que, considera Mirta, significa ser un Quijote:
No es engaño sobre el alcance de las propias fuerzas (…); no es tampoco, idealización del pasado e intento de mejorar al mundo pretendiendo retornos a él; (…) no es locura, aunque loco estuviera el hidalgo manchego; quijotismo es ser lo que el propio personaje detalla al macharse de la casa del caballero verde Gabán: ser casto en los pensamientos, honesto en las palabras, liberal en las obras, valiente en los hechos, sufrido en los trabajos, caritativo con los menesterosos y finalmente, mantenedor de la verdad, aunque le cueste la vida el defenderla. (Aguirre, 1972, p. VII)
Este análisis profundo de esta obra tan universal y múltiples veces interpretada, da muestra de hasta qué punto Mirta profesaba un marxismo profundo, sagaz y no, un marxismo reduccionista ni dogmático.
El romanticismo de Rousseau a Víctor Hugo
Esta maravillosa obra, perteneciente al plano de la crítica literaria, analiza los orígenes de este movimiento, el romanticismo, y su desarrollo. Se evidencia su formación marxista, al acompañar este análisis con un estudio del trasfondo político-filosófico, los contextos sociales y la situación económica europea y mundial. Es considerado uno de sus mejores aportes a la cultura cubana. En él, Mirta hace un recorrido por los clásicos de este género, los hechos históricos que lo configuraron y las personalidades que lo impulsaron.
Es un libro complejo, de un incalculable valor didáctico, ya que abarca y resume todo un siglo de desarrollo literario y transformaciones socioeconómicas y políticas. Al decir de Aguirre:
Lo que separa a La nueva Eloisa de Rousseau de Los Miserables de Víctor Hugo, puede decirse que es, exactamente, un siglo: el siglo en el germina, brota, resplandece y se marchita el romanticismo francés y, en general, todo el romanticismo; y también, el siglo en el que establece su predominio mundial el régimen capitalista. Difícil sería negar la existencia de relaciones entre una cosa y la otra (…). (Aguirre, 1989, p. 8)
Aunque la autora señala que no es su objetivo sustentar la idea de que la literatura es un reflejo de lo que se produce en las corrientes económicas, su análisis la lleva a identificar el romanticismo con el capitalismo. Afirma que, los artistas e intelectuales, veían en las letras, una forma de expresar “la inestabilidad de un sistema que no puede subsistir sin constantes cambios” (Aguirre, 1989, p. 259) y encontrar una vía de escape a la realidad.
A nuevo existir, nueva conciencia. Pero ni una cosa ni la otra pueden obtenerse apaciblemente. El capitalismo ya se ha dicho que se impuso entre mares de sangre y de lodo, como no puede negar su actualidad. Y el pensar y el sentir que correspondían a su hacer, no podían sedimentarse en las agrupaciones humanas sin eruptivas repercusiones. (Aguirre, 1989, p. 259)
“El llamado romanticismo refleja eso en el territorio de la creación literaria y artística” (Aguirre, 1989, p. 259).
Además, expone que la historia del romanticismo representaba la de la propia decadencia capitalista, donde los autores del género manifestaban “(…) el amor a la naturaleza en oposición al disgusto hacia la sociedad; [ y ] la exaltación del propio yo como reacción a la deshumanización capitalista (…)” (Aguirre, 1989, p. 12).
De la amplitud de sus inquietudes e ideas hablan asimismo otros de sus escritos durante la República Neocolonial: “Recuerdos de Mella” (1937), “Palabras en Juan Cristóbal” (1940) y “Clara Zetkin” (1941). Igualmente, escribió numerosos ensayos con asuntos propios de la ideología marxista-leninista como “El leninismo en La Historia me absolverá” en coautoría con Isabel Monal y Denia García Ronda; “Los principios estéticos e ideológicos de José Martí” y “La Edad de Oro y las ideas martianas sobre la educación infantil”. Este último, además de su valor literario, tiene el mérito histórico de ser el primer intento crítico de acercamiento al mayor clásico infantil de la lengua española. Posteriormente la autora, en 1969, retomó el tema enriqueciéndolo con nuevas consideraciones realizadas a partir de los cambios provocados en Cuba. Más tarde lo ofreció como conferencia magistral en el entonces existente Instituto Pedagógico Makarenko y posteriormente se imprimió en forma de folleto.
Premios obtenidos
Entre los numerosos galardones que recibió la autora destaca el Premio periodístico Justo de Lara (considerado por muchos el más importante del país), recibido en 1946, por su ensayo “Influencia de la mujer en Iberoamérica”. En 1948 el Lyceum Lawn Tennis Club premia su libro Un hombre a través de su obra: Miguel de Cervantes Saavedra. Igualmente, obtuvo el Primer Premio del concurso convocado por la Sección de Obras Públicas de México, en 1974, por su ensayo Del encausto a la sangre: Sor Juana Inés de la Cruz.
Hechos polémicos en su vida
A lo largo de su vida sufrió numerosas críticas. Muchos aún recuerdan su nombre enlazado a ciertos dogmas y errores en los que incurrió. A su favor, se debe decir que nunca se vinculó a una causa o apoyó determinada corriente con el objetivo de darse a conocer ni ascender en la escalera social. Todo lo que hizo fue movida por convicciones y en defensa de lo que consideraba justo o mejor para el país desde su punto de vista.
Mirta, defensora de un “fantasma del pasado”: el Realismo Socialista
En los primeros años de la década del 60 surgió la polémica de si la Revolución Cubana debía adoptar el método del Realismo Socialista. En aquellos momentos, este movimiento en la URSS y en otros países del bloque soviético constituía un estilo obligatorio. Esto consistía en la idea generalizada de que todas las manifestaciones artísticas debían reflejar la realidad de una manera objetiva. Se desechaba el abstraccionismo y primaban las obras que tocaran el tema del campesinado, el obrero, personalidades históricas, limitando de esta manera el quehacer creativo de los artistas. De esta forma, el arte quedaba condicionado a ser una copia fiel del entorno, cuando en esencia el papel del arte es reinventarse, crear una nueva realidad.
Entre las personas que tomaron partido en la idea de que en Cuba se promoviera el Realismo Socialista, estuvieron Juan Marinello y la propia Mirta Aguirre. En su caso, no fue un apoyo primitivo ni fanático, simplemente, al responder a una disciplina de partido, incurrió en el error de apoyar una corriente que socavaba la libertad de creación de los artistas.[1]
A pesar de ser simpatizante de este movimiento, eso no limitó su quehacer cultural y literario. Ella continuó leyendo y haciendo, por ejemplo, críticas literarias de importantes autores que no pertenecían a este movimiento, y lo disfrutaba. Al decir de Abel Prieto, “a Mirta la salva del dogma, su riqueza cultural” (Prieto, comunicación personal, 2021).
Mirta Aguirre desde la crítica
Numerosos son los elogios que ha merecido su obra por parte de muchos intelectuales cubanos y del mundo, conmovidos ante su genio literario y su manera magistral de conjugar sensibilidad y sensatez en sus escritos.
Cintio Vitier, poeta, narrador, ensayista y crítico cubano, en su obra Cincuenta años de poesía cubana (1902-1952) expresa: “Mirta ofrece una poesía directa, sobria y ágil. En su tono ensimismado, en su independiente vigor, se le transparentan preocupaciones sociales tan íntimas y profundas como sus estados líricos de mayor pureza o soledad” (Vitier, 1952, p. 280).
Marinello, compañero de Mirta desde los inicios en el Partido Socialista Popular (PSP) opinó:
Esa natural espontaneidad que se desprende de cada imagen, de cada verso, no solo son achacables a ciertos dones que requiere toda obra poética, sino al gustoso ejercicio de una disciplina que ha atendido siempre las leyes de la preceptiva y también muy sabiamente, a su libre albedrío. (Marinello, 1933, como se citó en Morejón, 1980, p.128)
Y es que su poesía, al decir de Marinello 1933, (como se citó en Morejón, 1980, p. 129) destila “esa salud artística que viene de respirar a pulmón inflado el aire del tiempo”.
De su libro Presencia interior, opinó Montero Sánchez, Licenciada en Literatura Hispánica e investigadora en el Instituto de Literatura y Lingüística:
(…) Romances, sonetos, pareados, versos libres, utilizados todos con un nivel parejo de pericia y originalidad, sobresalen en esta primera muestra de su arte desarrollado en el profundo conocimiento de las literaturas hispánicas, pero al calor de las particulares circunstancias socio-políticas que desde muy temprano determinaron el compromiso de esta poesía con el quehacer revolucionario de la autora y por tanto definieron su perfil ideotemático como el elemento de mayor relevancia de esta obra, al cual se acopla la forma métrico-rítmica sin resistencia, pero sin indigna servidumbre, en maravilloso acomodo del significante sonoro con el elemento conceptual. (Montero Sánchez, 1987, p. 9)
Mirta como ser humano
Para realizar esta pequeña investigación las autoras tuvieron el privilegio de entrevistar a Abel Prieto, intelectual y político cubano, actual presidente de la institución Casa de las Américas, quien fue estudiante de la Escuela de Letras y Arte, en los tiempos en que Mirta fungía como directora de su Departamento de Lengua y Literatura Hispánica y que posteriormente, la conoció a mayor plenitud. Sobre su personalidad y modo de ser, nos confesó:
La Escuela de Letras y Arte en aquel momento tenía un claustro realmente sorprendente y Mirta dentro de todos ellos tenía un gran liderazgo. La gente le tenía, incluso, un poco de temor. Hablar de Mirta Aguirre era hablar de una gran autoridad. Era una persona de carácter muy fuerte, pero yo creo que tenía un lado tierno, lo cual se ve en su poesía. Era una persona muy tierna, pero que se había armado con una coraza severa. (Prieto, comunicación personal, 2021)
Las palabras de Abel no hacen más que confirmarnos el tesón y la dedicación que imprimía la doctora Aguirre en todo cuanto hacía:
Todas las tareas que asumió, las asumió con una enorme responsabilidad y un enorme rigor. Ella tenía una forma de trabajar muy especial: escribía toda la noche, dormía a partir de las 5 de la mañana, hasta mediodía y después se iba a su trabajo. Para ella el silencio, la paz en la que podía trabajar intelectualmente, de noche, era muy importante. (Prieto, cominicación personal, 2021)
Era una mujer admirable desde muchos puntos de vista. Defendió el derecho de tener una orientación sexual diferente desde mucho antes del triunfo de la Revolución y nunca intentó aparentar lo que no era. Siempre fue respetada, incluso por sus compañeros del Partido. Este hecho de su vida, lejos de restarle a su personalidad, es digno de admiración, pues se atrevió a defender su derecho en tiempos que nada se parecen a los de ahora, en materia de tolerancia y respeto. Tiempos que se caracterizaban por extraños extremismos, donde jóvenes eran expulsados de las universidades, incluso, por el mero hecho de ser homosexuales. Tal vez por sufrir el peso de las críticas, en carne propia, jamás asumió ella, posiciones extremas.
En aquella época existían muchos prejuicios. Recuerdo que hubo gran revuelo con las minifaldas y entonces a las muchachas no las dejaban entrar a la universidad. En lo personal tuve una lucha compleja para que me permitieran entrar con el pelo largo. Tuve que explicar en una asamblea que los que trajeron el pelo largo al siglo XX en los hombres fueron los guerrilleros cubanos, los hippies lo que hicieron fue imitar a los guerrilleros de la Sierra Maestra con sus pelos largos y sus barbas… y Mirta siempre estuvo del lado nuestro, siempre. A pesar de venir del antiguo PSP, que se suponía, era más dogmático que otras zonas de la política cubana. Y la vi proteger a homosexuales, y la vi tratar de acercarse al alumno por la vía de lo humano. Era una persona muy humana con esa coraza que te daba un poco de temor, pero con un gran corazón, de sentimientos muy puros, muy limpios. Una persona muy cálida. (Prieto, comunicación personal, 2021)
Elena Jorge, hija de Onelio Jorge Cardoso y alumna de Mirta en la Universidad, expone en su artículo “Hoy de ayer en Mirta Aguirre” su visión de esa profesora exigente y justa que fue Mirta:
(…) Nunca fue irracional, injusta o temerosa de diferencias en cuestiones de opinión, ni lanzaba preguntas para recibir respuestas mecánicamente acuñadas. Era inflexible, sí, con manifestaciones juveniles de pedantería que sabía curar rápidamente, o con la doblez y la falta de respeto mutuo. Su proverbial autoridad se afincaba en estas cosas, y en el rechazo del incondicional, al que soslayaba indiferente, y del desleal, incapaz de convicción y firmeza. (…) el nombre de Mirta Aguirre tendrá un lugar señalado por su coraje y la entrega de su talento a la obra individual y colectiva. (Jorge, 1983, p. 24)
CONCLUSIONES
Este trabajo no tiene el objetivo de esbozar un currículo de su quehacer, pero sí hace hincapié en algunos hechos representativos que validan su altura, puesto que su obra y actuar no solo han sido receptor de muestras de admiración, sino de fuertes críticas. Al parecer ha sido más tentador a lo largo de los años, identificar a esta gran mujer con algunos de los excesos que cometió en nombre del marxismo, y no, por las buenas acciones que emprendió en su defensa. La vida y obra de Mirta Aguirre, con sus luces y sombras, fue y continúa siendo de un valor incalculable para el país, pues pocas mujeres en su siglo, hicieron mayor aporte que ella a la cultura cubana. Mirta Aguirre, quien defendió con pasión y honradez las causas que consideró justas, dejó una impronta en todas las tareas que asumió a lo largo de su vida. Cuba tuvo en su persona a una de sus hijas más ilustres, honestas, fieles y abnegadas.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
Aguirre, M. (1972). Introducción a El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha. En M. de Cervantes, El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha (pp. VII-XII). La Habana, Cuba: Instituto Cubano del Libro.
Aguirre, M. (1978). La obra narrativa de Cervantes. La Habana, Cuba: Arte y Literatura.
Aguirre, M. (1989). El romanticismo de Rousseau a Victor Hugo. La Habana, Cuba: Pueblo y Educación.
Elizagaray, A. M. (1979). El poder de la literatura para niños y jóvenes. La Habana, Cuba: Editorial Letras Cubanas.
Jorge, E. (1983). Hoy de ayer en Mirta Aguirre. Revolución y Cultura, (s.n), 24.
Morejón, N. (septiembre-octubre de 1980). Mirta Aguirre y su ayer de hoy. Casa de las Américas, 21(122), 128.
Montero Sánchez, S. (1987). En Obra poética de Mirta Aguirre: dinámica de una tradición lírica. La Habana, Cuba: Editorial Academia.
Vitier, C. (1952). Mirta Aguirre. En C. Vitier y D. d. Cultura. (Ed.), Cincuenta años de poesía cubana.(1902-1952) Ordenación, antología y notas (p. 280). La Habana, Cuba: Ministerio de Educación.
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[1] Estos debates concluyen con las Palabras de Fidel a los intelectuales, que cumplen 60 años de pronunciadas. Aquí, Fidel deja claro que la Revolución no iba a intervenir ni iba a imponer un método de creación oficial. Igualmente hacía un llamado a todos los artistas y creadores, independientemente de su estilo o creencia religiosa a sumarse a las inmensas transformaciones que en materia de cultura y educación se estaban llevando a cabo en el país.