Fecha de presentación: 5/8/2019 Fecha de aceptación: 18/9/2019 Fecha de publicación: 15/11/2019
LA FORMACIÓN EN MEDIOS DE COMUNICACIÓN EN LA ASIGNATURA DE LENGUAJE: UN ESTUDIO DE CASOS
TRAINING ON MASS MEDIA WITHIN THE SCHOOL SUBJECT OF LANGUAGE: A CASE STUDIE
Jenny Herrera-Salinas
Profesora de Castellano y Comunicación, Licenciada en Educación, MSc. en Lingüística Aplicada. MSc. en Comunicación. Académica en la Facultad de Ciencias Humanas. Universidad Arturo Prat, Iquique, Chile. Email: jenherre@unap.cl. ORCID https://orcid.org/0000-0002-8833-0287
¿Cómo citar este artículo?
Herrera Salinas, J. (noviembre-febrero, 2019). La formación en medios de comunicación en la asignatura de lenguaje: un estudio de casos. Pedagogía y Sociedad, 22(56), 120-142. Disponible en http://revistas.uniss.edu.cu/index.php/pedagogia-y-sociedad/article/view/964
RESUMEN
La presente investigación pretende diagnosticar la enseñanza de los medios de comunicación en un contexto escolar y universitario. Este estudio describe y analiza las percepciones de los distintos actores respecto a su formación en el área de los medios y las repercusiones que esto tiene en el desarrollo del pensamiento crítico en niños y jóvenes. Para ello, se realizaron seis entrevistas a autoridades educacionales y cuatro focus group a profesores y estudiantes de pedagogía, lo que abarcó un total de 42 personas ligadas al ámbito educativo en la ciudad de Iquique, I región, Chile. Los resultados indican que existe un marcado déficit en la tardía incorporación de los medios de comunicación en el aula, reflejado por el bajo tratamiento en las bases curriculares gubernamentales, como así también en los planes de estudio de las carreras universitarias de Pedagogía en Lenguaje. Además, predomina una visión instrumentalista y superficial de los medios, puesto que la forma de enseñarlos recae
exclusivamente en lo estructural. Lo anterior permite ver la urgencia de mejorar las metodologías con que aprenden los estudiantes de secundaria y universitarios (futuros docentes), en pro de una pedagogía mediática que asegure una calidad de los aprendizajes para llegar al cambio formativo.
Palabras clave: currículo escolar; formación docente; pedagogía mediática; pensamiento crítico.
ABSTRACT
The present research pretends diagnosing the teaching of media within a school and university context. This study describes and analyzes the perceptions of the different actors regarding their training in the media area and the repercussions that this has on the development of critical thinking in children and young people. To this end, six interviews were conducted with educational authorities and four focus groups were carried out with teachers and students of teaching training programmes, covering a total of 42 people linked to the educational field in the city of Iquique, I region, Chile. The results indicate that there is a marked deficit in the late incorporation of media in the classroom, reflected in its low presence in the government curricular bases, as well as in the curricula of the Spanish Teaching Training programmes in universities. In addition, there is a predominant instrumentalist and superficial view of the media, since the ways of teaching them stays exclusively on the structural. The foregoing allows us to glimpse the urgency in improving the methodologies with which secondary and university students (future teachers) learn, in favor of a media pedagogy that ensures quality learning to reach the educational change.
Keywords: criticall thinking; media pedagogy; school curriculum; teaching training.
INTRODUCCIÓN
L |
os medios de comunicación masivos (cine, radio, televisión, revistas, periódicos) se han transformado, más que nunca, debido al auge de Internet, en el principal canal de difusión, en diferentes plataformas, de una serie de eventos, información, opiniones y entretención. En este sentido, resulta primordial establecer aproximaciones de análisis que acerquen a la realidad de los medios de comunicación en las salas de clases chilenas, por tanto, se vuelve fundamental entender los métodos que se usan para enseñar los medios en un contexto escolar y la manera en que estos se incorporan en la formación universitaria de los futuros profesores del área de lenguaje.
Aguaded (2007) afirma que los comunicadores y educadores han vivido ignorándose mutuamente cuando la sociedad más necesita a estos dos sectores en unión para generar una ciudadanía activa y democrática, que tenga capacidad de decisión ante la gran cantidad de mensajes mediáticos y audiovisuales que se reciben día a día. Claramente esto puede lograrse con medios de comunicación mucho más vinculados al área de la educación. Es decir, mientras se tenga una audiencia más formada, activa, crítica, inteligente; los medios serán de mejor calidad, responsables y formativos, o sea, realmente llegarán a ser un aporte a la cultura.
Por su parte, Beltrán (2005) apunta en cambio a concebir los medios de comunicación como la herramienta para un proceso de interacción social democrático que se basa en el acceso libre, igualitario y de participación, asegurando con ello el avance tecnológico y el bienestar material de una nación, unido a la búsqueda de justicia, la libertad para todos y el cambio social. Este ideal se contrapone con la noción de Guardiola (2002) con la que critica a los medios de hoy, pues se han transformado en meros transmisores de información, acabando con la función tradicional que poseían. Según el autor, la inmediatez y necesidad de lo instantáneo han horadado la comprensión del contenido por parte del espectador, quien es utilizado ahora sólo como un criterio de medida de las audiencias.
En este marco contextual, la presente investigación pretende explorar la percepción que tienen autoridades educativas, profesores y estudiantes de pedagogía básica y media, de la ciudad de Iquique, Primera Región, sobre la enseñanza de los medios de comunicación en el aula. Importa conocer de primera fuente las impresiones que causan en ellos las políticas estatales en el área de lenguaje, más aún en una región con bajos puntajes en pruebas estandarizadas en esta línea. Por ejemplo, en la última evaluación Sistema de Medición de la Calidad en la Educación (SIMCE) del año 2017, el 53,3 % de los escolares de segundo medio de Tarapacá obtuvieron un nivel de logro insuficiente con respecto a los estándares de aprendizaje para comprensión lectora en ese curso. O bien, se puede destacar que en octavo básico el puntaje promedio de la región fue de 240 puntos de un total medible de 300 puntos. Panorama similar aparece en la Evaluación Nacional Diagnóstica de la Formación Inicial Docente del año 2017 y en la Evaluación Docente del año 2016.
Este estudio de casos desarrollado puntualmente en la ciudad de Iquique se vuelve pertinente, ya que no existen hasta el momento otras investigaciones que describan y analicen la realidad educativa de los medios de comunicación en la Región de Tarapacá. Iquique y Alto Hospicio han experimentado una alta densidad poblacional en los últimos diez años, producto del interés económico por el auge de la minería del cobre, lo que ha repercutido de igual manera en la llegada de una gran cantidad de población inmigrante, tanto fronteriza (Perú, Bolivia) como transfonteriza (Colombia, Venezuela). Según el último Censo poblacional del año 2017, el 14% de la población de la región es inmigrante y un 25% del total de la región se siente perteneciente a un pueblo originario (mayoritariamente de etnia aymara). Por lo mismo, se ha generado paulatinamente la necesidad de una mayor cobertura educacional en ambas ciudades. Sin embargo, la región de Tarapacá cuenta solamente con dos universidades que dictan la carrera de Pedagogía Básica (Universidad Arturo Prat, Universidad Santo Tomás) y una universidad que dicta la carrera de Lengua Castellana para Media (Universidad Arturo Prat). Por este motivo, se elige a la universidad pública y estatal Arturo Prat, a diferencia de la privada, como el principal referente de la muestra del estudio, puesto que su misión institucional apunta a la mejora en la calidad y equidad de la educación de la región, mediante la movilidad social, el vínculo con los pueblos originarios, la integración transfronteriza y la interculturalidad.
Marco teórico
De acuerdo a la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO, 2013), la educación en medios forma parte del derecho fundamental de todo ciudadano y contribuye a establecer y mantener la democracia. Permite a las personas comprender los medios de comunicación y su forma de funcionamiento, facilitando su uso para comunicarse con otras personas. También incorpora temas de discusión interna en comisiones acerca de los medios de comunicación y su dimensión ética en una sociedad de la información. Lo mismo realiza la Organización de Estados Americanos (2014) mediante su organismo Comisión Interamericana de Telecomunicaciones (CITEL), creado en 1994, quienes buscan acuerdos en normativas que rijan para los países miembros de la organización, entre aquellos se cuenta: definir el acceso y uso de las Tecnologías de información y comunicación (TIC); clarificar el rol de las tecnologías en la educación, la salud, el empleo, etc.; la infraestructura de banda ancha y la inclusión digital, entre las más importantes. Es a través de asambleas y reuniones donde emergen declaraciones de principios que deben implementar todos los países miembros en relación con las telecomunicaciones, vistas como instrumentos eficientes que faciliten el amplio acceso para todos a la información y educación.
En Chile todavía existe una carencia de investigaciones en torno a la formación docente en el área de medios de comunicación, a diferencia de países europeos, donde este tipo de estudios es más habitual. Por ejemplo, Andrada (2015) realizó un meta-análisis de 28 artículos académicos publicados en América Latina en los últimos diez años. Destaca que la dimensión predominante es la de considerar a los medios masivos como una forma de acercarse al mundo de la tecnología (TICS). Lo cual supone concebir teóricamente esta área de forma instrumentalista, sin un soporte valórico o epistemológico detrás. A lo anterior se suma que, desde la perspectiva curricular, en el caso de Pedagogía Básica en el país chileno, las mallas de estudio en las universidades que dictan la carrera, poseen un 8,2% de cursos relacionados al área del lenguaje, y en ellos, sólo un 13% aborda temáticas sobre medios de comunicación (Sotomayor, Parodi, Coloma, Ibáñez y Cavada, 2011). De esta manera, se observa el déficit que existe en el país en la formación hacia una pedagogía de medios, necesaria para potenciar una mirada crítica y reflexiva hacia el uso que hacen los jóvenes de los medios de comunicación.
Lo que sí se ha estudiado en Chile desde la llegada de internet al aula, tiene relación con los procesos de alfabetización mediática y el consumo en pantalla que hacen los niños y jóvenes. Sin embargo, desde la visión pedagógica no se ha profundizado en la labor de los medios de comunicación como un elemento que cruza todas las materias escolares, un eslabón importante de reflexión y crítica de la realidad social y cultural mediante los contenidos que estos medios muestran a diario. Por ello, resulta relevante investigar tanto la visión de los docentes acerca de su propia formación en medios de comunicación como de aquello a lo que se ven enfrentados continuamente en el aula al momento de enseñar los medios masivos de la mano de la tecnología y las redes sociales.
Es así que desde el año 2000, aparece en España, principalmente, la noción de pedagogía de medios o mediática, como una disciplina novedosa que ayuda a los estudiantes a reflexionar sobre del uso transversal que se hace de los medios de comunicación y la tecnología, con una mirada crítica sobre uso y creación (González-Samé, Romero-Rodríguez y Aguaded, 2017).
En Finlandia, el año 2007, nace el concepto de educación mediática (media literacy education), donde se concibe la idea de enseñar y aprender sobre los medios de comunicación, desarrollando capacidades críticas y creativas en los alumnos desde los siete a los dieciséis años aproximadamente (Montero, 2017). Este concepto de educación para los medios o “media studies”, corresponde a la recepción crítica de los tradicionales medios de comunicación, pero reestructurado hoy a una idea más integradora. Es el estudio, enseñanza y aprendizaje de los medios de comunicación, desde el punto de vista de la teoría y la práctica pedagógica, con un fin didáctico (Bevort, 2007). La educación en medios se caracteriza por el uso de los medios en los procesos de enseñanza-aprendizaje y por la competencia que se tiene en los propios medios. Por ello, se distinguen dos posibilidades de investigación: la didáctica de los medios o el uso competente de los mismos por parte de los estudiantes o el profesor (Tulodziecki y Grafe, 2007).
Desde la Pedagogía Mediática, concepto alrededor del cual gira este proyecto, los medios de comunicación juegan un papel vital en la enseñanza, no sólo en las actividades generadas en el aula, sino en la formación de futuros docentes.
Gutiérrez y Torrego (2018), por ejemplo, proponen construir un modelo de trabajo en el aula escolar y universitaria, que permita a profesores de ambos niveles conformar un continuo de estudio en relación a los medios de comunicación y su aporte al desarrollo de un pensamiento crítico en lo social. Para ello, se entregan ciertas directrices o pasos que fundamentan este trabajo conjunto: 1) formación básica en medios (alfabetización), 2) entender el potencial educativo de los medios, 3) comprender el potencial didáctico de las TIC, como parte de una competencia digital, 4) aplicar la educación mediática mediante una didáctica TIC, tomando en cuenta a los medios como objeto de estudio y 5) perfilar fuertemente la educación mediática en la universidad, más específicamente en la formación inicial docente.
Al pasar de un modelo de medios sociales de comunicación que considera a los usuarios como sujetos pasivos e indefensos a otro actual, en el que los sujetos son activos e interpretativos de la información, Graviz (2009) presenta a la pedagogía mediática como un cambio disciplinario, donde se propende a un pensamiento crítico y a caracterizar los medios como herramientas culturales, pedagógicas y didácticas. Para la autora, la pedagogía mediática debiera ser parte del currículo en la formación de maestros, así como del sistema educativo en general. También caracteriza a esta corriente en dos polos: como ciencia y como práctica; en la primera se trabaja como el significado de los medios de comunicación para el desarrollo de los individuos, y en la segunda, se define como el campo de estudio que incluye tanto la praxis como el conocimiento pedagógico que permita elaborar y reflexionar a través de los medios.
En esta línea de trabajo, Tiede y Grafe (2016), compararon las competencias pedagógicas mediáticas que poseían los profesores en formación en Alemania y Estados Unidos. Mediante un exhaustivo y complejo cuestionario aplicado en papel y online a casi un total de 3000 estudiantes de pedagogía, obtuvieron resultados interesantes: los estudiantes estadounidenses mostraron mejores puntajes para los ítems de competencias en videojuegos y foros, pero en el área de conocimientos tecnológicos, los estudiantes alemanes consiguieron mejores indicadores que los estudiantes estadounidenses. En definitiva, concluyeron que los estudiantes alemanes tenían mayores competencias en la didáctica de los medios que los estudiantes estadounidenses, sin embargo, en el estudio se mostró que un 17% de las instituciones educativas alemanas ofrecía estudios de máster con el foco en la pedagogía mediática. Aunque sea en Estados Unidos donde un 52% de las instituciones imparten estudios avanzados en este aspecto formativo del profesorado no se refleja en estos resultados. A pesar de lo anterior, ambos países carecen de las herramientas vinculantes obligatorias a nivel nacional, ya que la pedagogía mediática se incluye como cursos optativos, certificaciones o estudios de postgrado. Este estudio es uno de los pocos en que efectivamente se trata de medir los conocimientos que manejan los docentes en formación en países desarrollados donde la pedagogía de medios es parte de los currículos universitarios.
En el caso de la enseñanza de los medios desde el currículo escolar chileno, las Bases Curriculares del Ministerio de Educación (2015), que abarcan desde séptimo básico a segundo año medio, incorporan un total de 228 horas pedagógicas anuales para la asignatura de “Lengua y Literatura”. En estas Bases, entre séptimo y octavo básico y luego primero y segundo medio (enseñanza secundaria) no se aprecian mayores diferencias en los contenidos que se deben enseñar: en los cuatro cursos el encabezado se inicia con “Analizar y evaluar textos de los medios de comunicación”, tales como noticias, reportajes y cartas al director. El cambio aparece en los tipos de texto que se trabajan como la publicidad o redes sociales, en el caso de básica, en cambio, en primero y segundo medio le llaman propaganda o crónicas. Para los cursos de secundaria, en tercero medio se pide producir textos multimediales y en cuarto medio deben analizar una entrevista o reportaje escrito y evaluar programas de radio y televisivos de conversación, tanto formal como informal. Por lo que la variable principal tiene relación con las exigencias cognitivas en el análisis y el nivel de complejidad de los textos mediáticos trabajados.
Según los Estándares Pedagógicos y Disciplinarios propuestos por el Ministerio de Educación en el año 2011, los profesores de enseñanza básica y media de Chile deben cumplir con un mínimo de competencias al enseñar las materias del currículo escolar. En el caso de los profesores de Pedagogía Básica, se formulan 12 estándares, agrupados en cuatro ejes principales: Lectura, Escritura, Comunicación oral y Gramática. A continuación, se detalla cada uno de los estándares en versión resumida:
Figura 1. Tabla con descripción de estándares disciplinarios para profesores de básica en la asignatura de Lenguaje y Comunicación.
Estándar 1 |
Conoce los procesos de la lectura inicial y está preparado para enseñarla. |
Estándar 2 |
Sabe cómo hacer progresar la comprensión lectora de sus alumnos y alumnas para que sean lectores frecuentes y reflexivos. |
Estándar 3 |
Sabe cómo potenciar la comprensión y el gusto por la lectura de textos literarios. |
Estándar 4 |
Comprende la importancia y sabe cómo promover la comprensión de textos multimodales. |
Estándar 5 |
Comprende los procesos de la producción escrita y es capaz de iniciar en la escritura a los alumnos y alumnas. |
Estándar 6 |
Sabe cómo estimular la producción escrita y oral de calidad. |
Estándar 7 |
Sabe cómo iniciar a los alumnos en la producción de textos multimodales. |
Estándar 8 |
Sabe cómo enseñar a sus alumnos y alumnas para que sean escritores frecuentes. |
Estándar 9 |
Sabe acerca de la comprensión oral y es capaz de desarrollarla en sus alumnos y alumnas. |
Estándar 10 |
Sabe cómo potenciar la producción oral de sus alumnos y alumnas. |
Estándar 11 |
Conoce y está preparado para enseñar la gramática oracional y desarrollar el léxico y la ortografía de sus alumnos y alumnas. |
Estándar 12 |
Conoce y es capaz de enseñar la gramática textual y propiciar la reflexión sobre la lengua. |
Fuente: Ministerio de Educación de Chile (2011)
Fuente: Elaboración propia
De la totalidad, el estándar 4 (“comprende la importancia y sabe cómo promover la comprensión de textos multimodales”) y estándar 7 (“sabe cómo iniciar a los alumnos en la producción de textos multimodales”) son los criterios más cercanos a una enseñanza crítica de los Medios de Comunicación, que es el foco de este estudio. El Ministerio de Educación llama “texto multimodal” a un tipo de texto que combina uno o más elementos de significación, además del escrito como lo visual, auditivo, gestual o espacial. En este sentido, los medios de comunicación, como contenido o metodología no están presentes en las directrices para profesores de pedagogía básica. Como se observa, no necesariamente lo multimodal funciona como un acercamiento a medios masivos de comunicación, ya que podría tratarse de un CD-ROOM interactivo, un audiolibro o una aplicación de celular determinada a cierto fin didáctico (Gladic & Cautín-Epifani, 2016). Por lo anterior, en el documento estatal se pide valorar la importancia de lo multimodal en la sociedad actual, pero no se explicita que este criterio obedece a los medios de comunicación. Lo que mayoritariamente se menciona es el uso de internet como un medio masivo de información que los alumnos deben conocer, manejar y criticar a través de los textos “multiformatos” que construyen y comprenden.
En el caso de secundaria, los Estándares Orientadores para Carreras de Pedagogía en Educación Media propuestos por el Ministerio de Educación (2012), señalan que los profesores de Lenguaje y Comunicación del país deben cumplir con un mínimo de 9 estándares, agrupados en tres ejes principales: Lectura, Escritura y Comunicación oral. Un cuarto punto es lo que aparece con el nombre de “Conocimientos Fundamentales de la Disciplina”, en el cual se pretende establecer un dominio básico del área de Literatura y del área Lingüística para la enseñanza de los otros ejes anteriores. Al parecer, correspondería a una dimensión transversal desde la perspectiva disciplinar del docente. De la totalidad, el estándar 3 y estándar 6 se refieren a la comprensión y producción de textos multimodales respectivamente, los que al igual que en pedagogía básica tienen un carácter instrumental y no abordan específicamente los medios de comunicación con un sentido crítico.
A continuación, se detalla cada uno de los estándares de educación media (secundaria) en versión resumida:
Figura 2. Tabla con descripción de estándares orientadores para profesores de educación media en la asignatura de Lenguaje y Comunicación
Estándar 1 |
Promueve el desarrollo de la lectura comprensiva y crítica de textos de complejidad creciente y el gusto y valor de la lectura. |
Estándar 2 |
Sabe potenciar la lectura placentera y la interpretación de textos literarios de distintos géneros y épocas. |
Estándar 3 |
Promueve el desarrollo de la comprensión crítica de textos multimodales que circulan tanto en el ámbito privado como en el público. |
Estándar 4 |
Es capaz de enseñar el proceso de escritura de textos de diversos géneros, con ideas elaboradas y dominio de los recursos lingüísticos. |
Estándar 5 |
Sabe potenciar la creatividad y expresividad de los alumnos y alumnas y conducirlos en el proceso de composición de textos de intención literaria. |
Estándar 6 |
Sabe conducir el proceso de diseño, producción y comunicación de textos multimodales adecuados a diversas situaciones comunicativas. |
Estándar 7 |
Sabe enseñar a los alumnos y alumnas a ser hablantes y oyentes capaces de desenvolverse competentemente en diversas situaciones comunicativas. |
Estándar 8 |
Domina conocimientos fundamentales de Literatura necesarios para potenciar la lectura y la producción-creación de textos literarios. |
Estándar 9 |
Domina conocimientos fundamentales de Lingüística necesarios para la enseñanza de la lectura, la escritura y la oralidad. |
Fuente: Ministerio de Educación de Chile (2012)
Fuente: Elaboración propia
METODOLOGÍA
Se optó por una metodología de carácter cualitativa, puesto que se desea, por un lado, tratar un tema específico en profundidad y, por otro, generar un diagnóstico sobre la base de los propios relatos de los sujetos elegidos para la muestra (profesores en ejercicio, estudiantes de pedagogía y autoridades educativas). Mediante instrumentos de recolección de datos propios de las ciencias sociales, preferentemente de la línea de la etnografía de la comunicación, se eligió la entrevista y el focus group; dos técnicas que permitieron acercarse de mejor manera a las opiniones y críticas que poseen los profesores y estudiantes de pedagogía del área de lenguaje, en relación a su propia formación en medios de comunicación y los métodos que actualmente se usan para enseñar los medios de comunicación masivos en el aula.
En este estudio se contempló acceder a los datos mediante un muestreo no probabilístico (Hernández, Fernández y Baptista, 2014), ya que el investigador decidió los componentes y criterios a tener en cuenta para la selección de la muestra. Se trata de un muestreo intencionado (o llamado sesgado) porque existe un conocimiento previo de la población que se toma en cuenta, permitiendo al que investiga establecer, a su juicio, los elementos más representativos del fenómeno estudiado.
El total de sujetos de la muestra alcanzó a 42 personas. Se realizaron 4 focus group y 6 entrevistas. Estos participantes de la investigación fueron seleccionados de manera voluntaria de acuerdo a ciertas características que debían cumplir.
En el caso de las preguntas utilizadas, tanto en las entrevistas como en los focus group apuntaban, en síntesis, a reflexionar en tres áreas temáticas:
I concepto de medios de comunicación y su enseñanza
II nivel de formación en medios de comunicación
III La enseñanza de los medios de comunicación en el currículo de enseñanza básica y enseñanza media (secundaria) en Chile
Algunas de las preguntas o afirmaciones usadas en ambas actividades fueron, a modo de ejemplo, las siguientes:
ENTREVISTAS |
FOCUS GROUP |
- ¿Le parece que Chile está preparado para afrontar la incorporación de la pedagogía mediática al interior de sus aulas?
- ¿De qué manera se incluye en los planes de formación de profesores la enseñanza sobre los medios? ¿En qué asignaturas?
- ¿Qué concepto maneja de medios de comunicación?
- ¿Le parece que hay diferencias entre enseñar con medios a enseñar sobre medios? ¿Cuáles? |
- Familiaridad con el concepto de pedagogía mediática. Abordaje, nivel de conocimiento, reconocimiento, limitaciones, conciencia nivel de formación. - De acuerdo a las asignaturas en la universidad, cuáles son las formas que aprendieron para trabajar los medios de comunicación en el aula. - Desde los planes ministeriales, qué les parece el abordaje que se hace de los medios de comunicación en su fomento del pensamiento crítico de los niños y jóvenes. |
Figura 3. Tabla con ejemplos de algunas preguntas elaboradas para las entrevistas y focus group aplicados
Fuente: Elaboración propia
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
La interpretación de los resultados se divide en tres subsecciones, que, a juicio de la investigadora, recogen los tres temas nucleares en que se centró el debate: a) aproximación al concepto de pedagogía de medios, b) el nivel de formación en medios de comunicación y c) la manera en que se enseñan los medios de comunicación actualmente en el aula, de acuerdo a las directrices del Ministerio de Educación.
Sobre el concepto de pedagogía mediática que manejan los participantes:
Existe un desconocimiento generalizado sobre el concepto de pedagogía de medios y de lo que significa una enseñanza más crítica de los medios de comunicación en el aula. Esto se evidenció tanto en los docentes de básica y media, como en los estudiantes de pedagogía, en un ambiente universitario. Por tal motivo, durante los focus group, al hablar y revisar artículos de investigación sobre el concepto de “pedagogía mediática” aplicado en otros países/continentes, a todos los participantes les pareció una propuesta de enseñanza muy interesante de abordar, puesto que era la primera vez que escuchaban el término. De forma unánime, los participantes opinaron que su implementación debe ser transversal a todas las asignaturas del currículo escolar para que pueda desarrollar cabalmente el pensamiento crítico de los alumnos, no sólo en Lenguaje, sino sobre todo, por ejemplo, en las clases de Historia (incluido el eje temático de Formación Ciudadana). Para que su ejecución funcione apropiadamente debe contar con ciertos requisitos básicos:
- capacitación teórica a los profesores secundarios y universitarios
- mejorar la infraestructura “tecnológico-digital” en los establecimientos educacionales
- recoger información contingente a través de medios de comunicación locales
- frenar la resistencia al cambio de los profesores mediante estrategias de apoyo a la labor docente en el aula
- los grupos de gestión escolar deben tomar conciencia de la importancia que tiene la pedagogía de medios en la enseñanza de todas las materias
Si las condiciones anteriores comienzan a manifestarse en el interior de las escuelas y universidades, se podrá concretar el cambio ideológico que se espera, pero que como sabemos, este debe venir primero desde las políticas públicas que maneja el Ministerio de Educación chileno. Por lo tanto, su incorporación a los planes y programas de los cursos podría ser muy tardía.
A lo anteriormente explicado, se suma la escasa alfabetización digital de padres y docentes, lo que conlleva una mediación deficiente entre estudiante y aprendizaje en medios de comunicación multiplataforma. Si los niños y jóvenes no saben enfrentarse a los medios en casa, ni en la escuela, los medios de comunicación con un fin didáctico, entonces difícilmente podrá internalizar un pensamiento crítico y divergente frente al contenido mediático que consumen diariamente. Esto es crucial en la pedagogía mediática, ya que, como señalan García Duarte (2000) y Graviz (2009), por citar los autores más relevantes, el cambio debe ser social y cultural, no sistémico simplemente, pues tanto la familia como el contexto escolar deben entregar las herramientas críticas que permitan a las estudiantes ser sujetos libres pensadores, activos y participantes de la realidad social.
En última instancia, mencionar que es crucial, en voz de los colaboradores, que este nuevo enfoque sea “amigable” para profesores y discentes, puesto que debe derribarse la premisa de que “todo lo bueno se copia” sin adaptarse a las diferencias propias de cada comunidad. En el caso de la ciudad de Iquique es importante que se tomen en consideración aspectos pedagógicos relacionados con la inclusión social, la interculturalidad y la diversidad lingüística.
El cambio social que predica la pedagogía de medios será posible en la medida que la población aprenda a usar los medios críticamente, pero con un acervo cultural de base en la educación cívica, la que cada vez está siendo más cuestionada. Este uso superficial de los medios de comunicación podría deberse a la ausencia de un objetivo comunicativo claro del por qué se consumen, más aún en la adolescencia, donde se necesita una guía permanente por parte de los adultos cercanos.
Nivel de formación en medios de comunicación:
Los entrevistados admitieron que el nivel de formación en medios de comunicación es insuficiente para dar cobertura integral a los conocimientos que se necesita manejar actualmente en el aula. Esta situación podría deberse a varias razones, importantes de acotar a continuación:
Justamente, se reconoce en los focus group, que, si las nuevas generaciones de docentes se comprometen con su propio aprendizaje, capacitarse en conocimientos y alfabetizarse digitalmente, se pueden lograr cambios importantes en el aula, pero debe ser sostenido en el tiempo, monitoreado e implementado desde las políticas públicas ministeriales para que lleguen efectivamente a las universidades que están formando a los futuros educadores.
Enseñanza de los medios de comunicación desde el currículo:
El tercer núcleo temático recoge las ideas más destacadas en torno al abordaje que se hace en la actualidad de los medios de comunicación, según el currículum escolar propuesto por el Ministerio de Educación chileno. Por ello, al hacer revisión de los planes y programas de primero a octavo básico y luego de primero a cuarto medio, ambos grupos de participantes critican especialmente la poca cantidad de objetivos de aprendizaje destinados al área de medios de comunicación en todos los cursos. Como se expuso en el punto anterior, en quinto básico aparece un objetivo de lectura y escritura de noticias de periódicos, lo cual conforma un tratamiento de los medios de comunicación tardía, superficial y centrada en lo teórico-estructural.
De esta manera, la idea más recurrente por docentes y estudiantes de pedagogía, es que se desarrolla poco la oralidad en el aula. Consecuentemente, la expresión oral y opinión personal de los alumnos se retarda por la supremacía de contenidos relacionados con la habilidad de lectura y escritura en los cuatro primeros años de escolaridad. Ellos piensan que esta situación causa un despliegue deficiente de análisis crítico de los medios a temprana edad. Por lo tanto, se vuelve fundamental una articulación coherente de contenidos, que no se observa a simple vista. Por ejemplo, comprender, producir y analizar textos durante la enseñanza básica, no tributa adecuadamente en la enseñanza media cuando se les pide opinar, criticar e interpretar textos escritos o medios de comunicación audiovisuales.
También se menciona que la acción de investigar está presente en pocas ocasiones y sólo con el fin de recopilar información sobre un tema, no como un real aporte al conocimiento del estudiante, en el sentido de “re-criticar” lo encontrado, para obtener un juicio de valor más concluyente. Por citar el caso que en sexto básico aparece por primera vez el objetivo de aprendizaje destinado a un análisis de mensajes publicitarios[3].
Asimismo, los entrevistados se cuestionan el significado de acciones pedagógicas como “Analizar” y “Evaluar”, las cuales representan el mayor número de objetivos de aprendizaje en enseñanza básica y media. Les parecen demasiado ambiguas y con una redacción muy general. En pocos casos aparece una explicación o adjetivo que especifique su sentido, para que sea claro a quien lo interpreta que es el profesor de aula. Por esta razón, probablemente, se produzca un sinfín de posibilidades de trabajo con los alumnos, las que dependerán del tipo de análisis o evaluación que el docente interprete a su juicio como adecuado, es decir, se está aplicando un criterio netamente subjetivo a la hora de poner en práctica los lineamientos curriculares de cada curso. Por supuesto que esta situación tiene consecuencias negativas en este tema de interés como son los medios de comunicación, ya que no será lo mismo analizar la intención del emisor de una noticia en un plano de identificarla, versus a analizar críticamente esa intención.
Para cerrar, cuando se les solicitó a los informantes que eligieran uno de los aspectos conversados durante el focus group que les hubiera parecido interesante de llevar a la sala de clases, se generó un momento de reflexión vital puesto que se dieron cuenta, por un lado, de las falencias que tiene la enseñanza de los medios y, por otro lado, cómo ellos mismos pueden ser agentes importantes de cambio en las metodologías de enseñanza que usan en el área de lenguaje.
Sin embargo, producto quizá de estas mismas deficiencias en su formación y la débil incorporación de los medios en el currículo escolar, aparecen propuestas de clases que se parecen a la realidad que critican negativamente. Es decir, se vuelven a replicar estas falencias en otras actividades que desarrollen el pensamiento crítico a través de los medios de comunicación, proceso del cual ellos no son conscientes en el momento que las explican. Las ideas que más se repitieron tiene relación con:
- incorporación de tecnología como apoyo al aprendizaje
- comparar distintos formatos de lectura de medios de comunicación
- buscar temas de interés para los jóvenes
- acercarse a las Redes Sociales
- validar fuentes de información
Estas propuestas no necesariamente brindan la oportunidad de poner en juego el pensamiento crítico y de transformación social que se espera de una pedagogía mediática. Más bien, se vuelve a utilizar los medios de comunicación como herramienta para otro contenido o sumar a los medios otros elementos utilitarios como son las TICS. En este escenario, es fundamental hacer patente en la comunidad formativa, la necesidad de un cambio profundo en las metodologías educativas que se llevan a cabo en el presente, por lo que instancias de autorreflexión de la práctica docente, como la que se realizó en esta investigación, pueden ser un aporte en la enseñanza de los medios de comunicación en la Región de Tarapacá.
Por añadidura, esta oportunidad de los docentes y estudiantes de pedagogía de reflexionar sobre la propia labor o potencial labor de profesor de lenguaje y comunicación, situándose en la ciudad de Iquique, debiera implicar un cambio que repercuta positivamente en los aprendizajes en el área de los medios de comunicación. Ambos grupos consultados tienen pleno conocimiento del trabajo que viene a futuro en la región para mejorar los índices de comprensión y análisis crítico, no solamente de lo que leen o escriben los niños y jóvenes, sobretodo de lo ven y escuchan. Nuevamente, cobra sentido la preocupación de generar por parte de la academia y los organismos gubernamentales de Tarapacá, instancias de participación y reflexión conjunta entre profesores, directivos y autoridades educacionales de modo permanente y continuo en el tiempo.
CONCLUSIONES
Los principales hallazgos de esta investigación tienen un matiz altamente reflexivo, pues han implicado una instancia positiva de revisión del ejercicio docente por parte de los participantes y de forma específica, observa la manera en que se enseña en la actualidad los medios de comunicación. En concordancia con lo anterior, se revela la necesidad de establecer cambios teóricos y metodológicos en las bases curriculares de educación básica y media en la asignatura de Lenguaje y Comunicación.
Una primera conclusión tiene relación con el logro del objetivo general de este estudio, estableciendo la confirmación de las dos hipótesis que guiaron esta investigación:
1. Los profesores en ejercicio de educación básica y media del área de lenguaje y comunicación autoperciben una deficiente formación en medios de comunicación.
Consecuentemente, es posible decir que ambas hipótesis se cumplen, ya que los resultados de los focus group aplicados, demostraron que ambos grupos de la muestra aprecian que su formación teórica y metodológica es insuficiente para dar cuenta de una enseñanza cabal de los medios en el aula. Y, en el caso de los estudiantes de pedagogía, efectivamente la mayoría de ellos señaló que los medios de comunicación tienden a confundirse con el término pedagogía mediática pues lo equiparan a un uso instrumentalista de las TICS.
De forma generalizada, es posible afirmar que existe un déficit en la cantidad de Resultados de Aprendizaje dedicados al desarrollo de los medios de comunicación en la escuela, lo cual se evidencia aún más en la supremacía de actividades en aula relativas a la lectura y escritura de textos, en desmedro de la expresión oral y planteamiento de opiniones válidas frente a los mensajes que provienen desde los medios masivos de comunicación. Ante esta situación cabría preguntarse por los lineamientos que rigen la decisión desde el Estado para considerar unos contenidos por sobre otros. Resulta paradójico, entonces, que los Estándares Nacionales para Egresados de carreras de Pedagogía Básica[4] y Pedagogía Media[5] desde el año 2012, incorporen al menos cinco competencias relacionadas con los medios de comunicación en los estándares de lectura de textos y comprensión escrita de textos multimodales, pero al parecer no se toman mayormente en cuenta en el ejercicio docente. Estos lineamientos ministeriales corresponden a lo que todo profesor debe saber y poder hacer para ser considerado competente en su disciplina, siendo efectivos en su quehacer pedagógico.
Si bien estos estándares apuntan a la comprensión y producción específica de textos multimodales-como aquellos tipos de discursos que cuentan con una serie de recursos semióticos en paralelo (sonido, imagen, texto)- de igual manera se considera en la formación de futuros docentes, por ejemplo: el rol de los medios en la construcción de la realidad social; comprender el impacto de los mensajes que entregan los medios y ser capaces de realizar una lectura crítica mediante lo multimodal, es decir, el egresado de pedagogía debe reconocer el potencial de los medios de comunicación para la interpretación y construcción de textos multimodales por parte de sus alumnos (películas, documentales, publicidad, videos, noticias, etc.). Por lo pronto, si bien la enseñanza crítica de los medios es una exigencia presente en los docentes noveles, ésta no es consecuente con los aprendizajes esperados en el aula ni con los planes de formación universitarios. En definitiva, aparece una brecha importante de sortear por parte del Estado, establecimientos educacionales, universidades, profesores y padres.
Un aspecto a destacar es la necesidad permanente que existe en los docentes de tener instancias de reflexión y autoevaluación de sus prácticas pedagógicas, como quedó demostrado en los cuatro focus group de básica y media, en donde agradecieron el tiempo dedicado a la actividad de conversación grupal. Por lo anterior, este tipo de investigaciones potencia positivamente la capacidad de crítica en los educadores, siendo el primer paso para tomar conciencia de los cambios que demanda el sistema educativo chileno.
Los profesores de Lenguaje y Comunicación de esta zona nortina se enfrentan día a día a una realidad de aula adversa, producto de lo multicultural y de una población infantil inmigrante que se ubica en el estrato socioeconómico más pobre de la región. En consecuencia, como se plasmó en apartados anteriores, se podría establecer, en alguna medida, que los bajos resultados de pruebas estandarizadas aplicadas a escolares y docentes de esta región extrema son el reflejo, por un lado, de un contexto social y cultural heterogéneo en su conformación y, por otro, la desprotección gubernamental, producto de la centralización del conocimiento.
En cuanto a las proyecciones de esta investigación, cabe señalar la posibilidad de implementar una metodología cuantitativa a nivel nacional, a través de encuestas online sobre el tema para cubrir a una mayor cantidad de sujetos, o bien, realizar entrevistas y focus group a estudiantes de pedagogía y profesores en ejercicio, tomando en cuenta la realidad de otras regiones del país, tanto de la macrozona norte como del centro o sur.
Igualmente resultaría útil realizar una comparación del marco teórico y de los resultados de este estudio con datos de otros países latinoamericanos, tratando de buscar similitudes o diferencias en la forma en que se aborda la enseñanza de los medios de comunicación. Finalmente, otro aporte sería contrastar las percepciones que tienen los docentes y futuros docentes con la mirada gubernamental, en otras palabras, acceder a entrevistas con autoridades nacionales del Ministerio de Educación, como también de organismos externos dedicados a la investigación en educación en Chile (Educación 2020, EducarChile, Unicef, CIAE de la Universidad de Chile, EnseñaChile), entre las más destacadas).
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[1] Ver OA 06 Eje Lectura: Leer independientemente y comprender textos no literarios (cartas, biografías, relatos históricos, libros y artículos informativos, noticias, etc.) para ampliar su conocimiento del mundo y formarse una opinión.
[2] Ver OA 09 Eje Lectura: Analizar y evaluar textos con finalidad argumentativa como columnas de opinión, cartas y discursos.
[3] Ver OA 25 Eje Comprensión Oral: Evaluar críticamente mensajes publicitarios. En línea: http://www.curriculumnacional.cl/614/w3-propertyvalue-49427.html#tabs_2
[4] Ver archivo completo en: Centro de Perfeccionamiento, Experimentación e Investigaciones Pedagógicas: https://www.cpeip.cl/wp-content/uploads/2016/07/librobasicaokdos.pdf
[5] Ver archivo completo en Centro de Perfeccionamiento, Experimentación e Investigaciones Pedagógicas: https://www.cpeip.cl/wp-content/uploads/2018/09/Est%C3%A1ndares_Media.pdf